La Convención Constitucional de Chile, el organismo que redactará la nueva constitución del país, anunció el domingo la renuncia de Rodrigo Rojas, de 37 años, uno de los 155 miembros elegidos para la misión en mayo. Rojas encabezó las protestas de 2019 y dijo a lo largo de su campaña que tenía cáncer. Pero el sábado confesó que supuestamente estaba gravemente enfermo para ser elegido.
El político, uno de los siete vicepresidentes de la agencia, afirmó repetidamente tener leucemia y pidió cambios en el sistema de salud chileno.
Rojas se convirtió en uno de los rostros más emblemáticos de las protestas cuando, entre otras cosas, colocó carteles que decían “No estoy luchando contra el cáncer, estoy luchando por la quimioterapia”, lo que lo convirtió en un símbolo del sufrimiento de los pacientes.
Esto la hizo destacar en la Lista Popular (un grupo independiente de la izquierda chilena) y ganó 27 de los 155 escaños en la Asamblea Constituyente en mayo. Desde entonces, ha continuado su discurso y campaña en torno a la supuesta enfermedad.
Pero el sábado, luego de que los periódicos informaran que nunca había tenido cáncer, el político admitió mentir todo el tiempo y dijo que tenía otro problema de salud “estigmatizado por la sociedad” pero no reveló de qué se trataba. La población estaba furiosa y este ya es considerado uno de los principales estafadores de la historia electoral chilena.
“Lamentamos profundamente lo sucedido y sentimos compasión (nos identificamos con) el dolor que está causando esta situación”, dijo la Convención Constitucional en un comunicado.
peor manera
La actitud del político demuestra que por muy convincente que sea la mentira, siempre sale a la luz la verdad y luego queda la vergüenza de lo sucedido.
Mentir para anunciarte no debería ser una opción, pero sucede con más frecuencia de lo que crees. Hay personas que cambian información en su currículum y dicen falsedades sobre sí mismos para conseguir un trabajo, por ejemplo, o que inventan logros para tener éxito.
Para complacer por miedo, interés o venganza. La mentira está presente de diferentes formas en el día a día de la sociedad y hay muchas excusas para usarla. Según los estudios, los humanos aprenden a mentir en la infancia y repiten este comportamiento para evitar el castigo o recibir una recompensa.
Pero Abraham Lincoln dijo una vez que “ningún mentiroso tiene una memoria lo suficientemente buena como para ser un mentiroso exitoso”.
¡La verdad, siempre!
La sociedad es frágil, la gente tiene dificultades para creer lo que se dice, especialmente los políticos, porque están cansadas de ver comportamientos inmorales.
Porque mentir es la actitud más ignorante que se puede tener porque nunca hace ningún bien, ni a quien lo habla ni a quien lo oye, y mucho menos desemboca en toda confiabilidad, socava las relaciones y, en ocasiones, graves consecuencias irreversibles.
Entiende que la verdad siempre sale a la luz. Por difícil que sea, es el mejor camino a seguir. No hay vida donde haya mentira.
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