“Rechazamos el cobarde asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, y su esposa”, escribió el funcionario del gobierno chileno en su cuenta de Twitter.

Un grupo de hombres armados asesinó a Moise la madrugada del miércoles después de irrumpir en su casa en el distrito de Pelerin de la capital, Puerto Príncipe.

El primer ministro interino de Haití, Claude Joseph, dijo que la primera dama, Martine Moise, también recibió un disparo en el ataque y murió luego de ser hospitalizada, según líderes políticos de la zona.

“Enviamos nuestra solidaridad y condolencias a su familia y a todo el pueblo haitiano”, agregó Piñera.

El mandatario chileno cerró con un llamado a “fortalecer la unidad y la paz para fortalecer la democracia” y así “encontrar una salida a la grave crisis” que atraviesa el país más pobre de América Latina.

El crimen se produce en medio de la grave crisis política que atraviesa el país caribeño desde 2018, apenas cinco meses después de que Moise denunciara que la oposición, con la asistencia de jueces, había planeado un golpe de Estado poco más de dos meses antes de la presidencial y elecciones parlamentarias a las que el difunto presidente no pudo asistir.

Además, la incertidumbre se ha visto agravada, especialmente desde principios de junio, por las disputas territoriales entre bandas armadas que luchan por el control de los barrios más pobres de Puerto Príncipe.

El propio Moise pidió apoyo internacional en junio para poner fin a la grave crisis de seguridad.