Chile avanzó la semana pasada en el debate sobre una ley de última generación diseñada para regular el uso de la neurotecnología, una iniciativa seguida de cerca por académicos, organizaciones internacionales y grandes empresas tecnológicas.
El Senado aprobó por unanimidad la ley, que aún debe ser aprobada por la Cámara de Diputados, y tiene como objetivo evitar la manipulación no autorizada de cerebros para protegerlos ante los avances de la neurociencia y la inteligencia artificial.
“Con eso, comienza a materializarse la regulación legal para proteger a las personas ante estos avances científicos y tecnológicos”, dijo el ministro de Ciencia de Chile, Andrés Couve.
En septiembre, Chile se convirtió en el primer país del mundo en introducir derechos neurológicos con una enmienda a la constitución. Tanto esta reforma como el proyecto de ley forman parte de una agenda impulsada en 2019 gracias a las ideas de Morningside Group, un colectivo de científicos de renombre con sede en Estados Unidos, que ha advertido durante años a los gobiernos sobre la necesidad de proteger la integridad intelectual.
Para muchos expertos, los rápidos avances en inteligencia artificial de las grandes empresas tecnológicas como Facebook, IBM y Neuralink (de Elon Musk) brindan oportunidades científicas pero también riesgos con la posibilidad de alterar cognitivamente la mente humana.
“Tecnologías como las interfaces cerebro-cerebro, que nos permiten leer el inconsciente y las emociones y aumentar las capacidades intelectuales, ya se están industrializando”, comentó el senador Guido Girardi, principal impulsor de la propuesta.
Según Girardi, estas tecnologías pueden ayudar a tratar enfermedades como el Parkinson y la depresión, pero al mismo tiempo son “tan poderosas que pueden afectar la libertad, el pensamiento y el libre albedrío de las personas”.
Estos avances colocan a Chile a la vanguardia de la derecha neurológica en el mundo, por delante de Estados Unidos, donde el Grupo Morningside también presentó la iniciativa al equipo del Presidente. Joe Biden.
Al mismo tiempo, el parlamento chileno también analiza un proyecto de ley que pretende evitar que grandes plataformas como Google, Facebook e Instagram utilicen la información extraída para manipular el comportamiento de los usuarios.
“Avid thinker. Food geek. Travel addict. Explorer. Beer fanatic. Entrepreneur.”