Una cosa que nadie puede culpar lula en caso de que algún día regrese a la presidencia de la república, ya que las encuestas electorales garantizan que de momento obtiene el 110% de los votos, con tendencia al alza: haber ocultado durante la campaña electoral que quería montar un dictadura en Brasil. No. Rara vez pasa un día entero sin que diga con las palabras adecuadas que pretende gobernar sobre la base de un régimen violento (él lo llama “régimen fuerte”) en el que sólo un “Partido fuerte” ordena el punto, y en el que todo está subordinado a un “estado fuerte” – todo esto, por supuesto, comandado por un “hombre fuerte”, que por supuesto sólo puede ser él mismo.
Lula no se avergüenza de decir estas cosas públicamente porque está absolutamente seguro de que eso es exactamente lo que quiere hoy: no tiene interés ni paciencia en este momento para “negociar” cualquier decreto que tenga que firmar y ceder a ese o seguir esos “derechos” o reglas que él no creó. O eso o no importa. Olvídese de Lula de 2002, que deseaba fervientemente parecer un buen tipo y seguía las órdenes de los anunciantes de hacer lindos comerciales en la televisión. Lula 2022 es un hombre diferente. Está decidido a ser quien realmente es, y no un presidente obligado a fingir que le gusta la democracia cuando le gusta exactamente lo contrario.
Lula siempre ha sido un político disfrazado, ambiguo y cobarde -incluso besó la mano de Paulo Maluf no hace mucho-, pero una cosa que nunca ha cambiado es su admiración sin límites por Fidel Castro y Cuba, y por Hugo Chavez y venezuela Siempre quise ser uno de ellos, o ambos al mismo tiempo; simplemente no lo intenté porque tenía miedo de no poder hacerlo. Ya no parece tener esa preocupación; cree que “la izquierda” se lo está llevando todo, en Chile, Perú, Bolivia, además de lo que ya se ha llevado, y que en noviembre le tocará a él.
Para no dejar dudas, el candidato del PT y los abogados penalistas especialistas en corrupción también dicen con toda la convicción del mundo que así se debe gobernar Brasil China. Bueno, además de Cuba mi Venezuela, China fue ascendida recientemente al régimen de elección. Lo que fascina a Lula allí no es el capitalismo salvaje practicado en los negocios, algo que él ni siquiera entiende realmente, sino la dictadura de los fiesta comunista. Así que prepárate para escuchar mucho sobre China, el “modelo chino” y más en la plataforma lulista de 2022.
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