Henrik von Appen de Chile tiene un sueño: vencer a los europeos y traer a casa la primera medalla de los Juegos Olímpicos de Invierno en América Latina.

El esquiador de 27 años, que representó a Chile en casi todas las disciplinas de esquí alpino en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 y 2018, espera terminar entre los 20 primeros en la carrera de descenso masculino el domingo, la primera carrera alpina de los Juegos de Beijing.

Sacrificando tiempo con su familia y novia en Chile, pasa alrededor de la mitad del año en el circuito de esquí que está muy centrado en Europa central, lo que dificulta que los esquiadores de otros continentes se afiancen en el deporte.

“Viniendo de Chile, Argentina o incluso Noruega, es difícil para las relaciones y la familia. Por supuesto, si quieres vencer a todos estos muchachos, debes entrenar lo mismo o más para poder competir. Realmente no quiero no doy ninguna ventaja a nadie, así que siempre estoy entrenando”, dijo.

“Mi sueño es vencer a todos estos muchachos cada vez. Si lo hago, creo que muchos chilenos se sentirán inspirados. Espero que en el futuro podamos hacer una Copa del Mundo en Chile”.

En los Juegos de Invierno de 2018, Von Appen ocupó el puesto 30 en supergigante y el 34 en descenso. En cuatro apariciones en el Campeonato Mundial, se metió tres veces entre los 30 primeros, con sus mejores resultados en descenso.

Todavía recuperándose de una grave lesión sufrida en 2019, tiene hambre de cosas más importantes.

“Me encanta correr por Chile. Tengo a Chile en mi corazón. Solo quiero hacerlo mejor que en mis últimos Juegos Olímpicos y seguir adelante”, agregó. “Ojalá algún día vaya por las medallas y (pueda) ser la primera medalla latinoamericana de la historia en los deportes de invierno”.