Astrónomo brasileño participa en el desarrollo del telescopio más grande del mundo – Noticias

Un consorcio internacional en el que participan decenas de países está detrás de la construcción de un nuevo telescopio que promete ser el más grande jamás construido por la humanidad. Con un espejo de 39 metros de diámetro, el Extremely Large Telescope (ELT) tiene un presupuesto estimado de 1.000 millones de euros (7.500 millones de reales).

En este audaz proyecto de la comunidad científica internacional, un astrónomo brasileño juega un papel crucial en los futuros descubrimientos sobre la formación y evolución de galaxias.

El astrónomo de la UFRJ Thiago Signorini Golçaves lidera un grupo de 70 científicos de todo el mundo que trabajan para desarrollar una de las cámaras del ELT. Con la ayuda de computadoras, el brasileño y su equipo están simulando lo que el telescopio podrá ver a fines de esta década cuando esté terminado.

“Vamos a simular las observaciones, así que vamos a procesar todo en la computadora y simular lo que el telescopio puede ver con el diseño [de espelhos] que tenemos Tratemos de lograr lo que queremos ver”, dice Gonçalves R7.


El propósito del ELT para la comunidad científica es estudiar los procesos físicos detrás de la formación de estrellas y galaxias. Con el telescopio, puede realizar investigaciones que ayudarán a comprender cómo se comportan los planetas alrededor de estrellas más allá del Sol.

Actualmente, los telescopios en funcionamiento tienen espejos de 10 metros de diámetro. No obstante, la próxima generación de este equipo contará con diseños equipados con espejos de 24 metros y 30 metros de diámetro, además de los 39 metros del ELT.

“Existe cierto mito de que los telescopios espaciales lo resolverán todo. Los telescopios terrestres tienen capacidades que los telescopios espaciales no tienen. Por ejemplo, si piensas en el tamaño del espejo de James Webb, que es de 6,5 metros, y lo comparas con el ELT, que tendrá casi 40 metros de altura, no puedes lanzar un dispositivo de ese tamaño al espacio”.



Atmósfera hostil de observación.



Si la atmósfera de la Tierra es compatible con la vida en este planeta, podría ser el enemigo de los astrónomos en la observación. Gonçalves compara la atmósfera con el fondo de una piscina llena que oscurece el mundo exterior, en este caso las estrellas.

Para reducir los efectos de la atmósfera, los astrónomos construyen telescopios en lugares de alta y baja humedad. En particular, el ELT se construirá en Desierto de Atacama, no Chile — lugar tradicional para instalar instrumentos como este.

Otro lugar del mundo donde no es habitual contemplar la existencia de telescopios es Hawái. Las grandes montañas volcánicas combinadas con la baja humedad hacen que el archipiélago de las Islas Americanas sea perfecto para los astrónomos.

“Hawái tiene volcanes que son muy altos, así que tienes esa ventaja. […] Aunque podrías pensar que Hawái es solo una playa y muy húmeda, la humedad siempre es muy baja. Entonces, la cima del volcán está por encima de ese nivel de humedad y es un buen lugar para mirar”.

Los avances tecnológicos también han ayudado a evitar la atmósfera, ya que los grandes telescopios actuales funcionan como cámaras digitales, toman fotografías y envían las grabaciones a las computadoras. Ya no es necesario acercar el ojo al equipo para observar el espacio.



La participación de Brasil en la ELT



En 2010, Brasil firmó un contrato con el consorcio ELT para financiar la construcción del telescopio. Sin embargo, sin pagos, el país quedó excluido del grupo que invierte en la instalación del equipo.

Con la salida de Brasil del consorcio, la vida útil garantizada del equipo para los astrónomos del país se ha reducido ya que el comité que gestiona el ELT favorece proyectos de naciones que han financiado el telescopio.

Aunque Brasil está oficialmente apagado, Gonçalves y otros astrónomos brasileños han jugado un papel importante en el desarrollo del telescopio. Y este trabajo actual del profesor de la UFRJ le dará una amplia exposición a la ELT cuando esté listo.

“Las personas que ayudan a construir el telescopio tienen derecho a usarlo durante 100 noches. Van a ser proyectos enormes y muy ambiciosos, vamos a poder hacer observaciones de galaxias a largo plazo, por lo que estos proyectos van a tener un gran impacto”, concluye Gonçalves.


Susanita Victoria

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