Besanzón, Francia, 12 de abril de 2022 (AFP) – El chileno Nicolás Zepeda fue condenado este martes (12) en Francia a 28 años de prisión por el asesinato de su exnovia japonesa Narumi Kurosaki en diciembre de 2016.
Cuando se dio a conocer el veredicto del jurado de nueve miembros luego de cuatro horas de deliberación, el chileno de camisa azul y corbata oscura permaneció inmóvil en el banquillo con una expresión de cansancio en el rostro.
La condena, dictada en Besançon, en el este de Francia, incluye una “prohibición definitiva” de entrar en territorio francés y portar armas, dictaminó el juez Mathieu Husson.
Además, el chileno deberá pagar a la familia de Narumi 180.000 euros (unos 196.000 dólares) en concepto de indemnización (50.000 euros por cada progenitor y 40.000 por cada hermana) y 5.000 euros (unos 5.400 dólares) por Arthur Del Piccolo, el joven que fue padre de Narumi en la hora de los hechos amigo era.
Este último donará el monto a una organización benéfica, explicó su abogado Randall Schwerdorffer.
Sin embargo, la decisión no es definitiva porque, según el fiscal Étienne Manteaux, Zepeda “tiene un plazo de diez días para apelar la decisión”.
Durante el juicio, que comenzó el 29 de marzo, Zepeda, de 31 años, negó repetidamente las acusaciones: matar a Kurosaki en diciembre de 2016 en Besançon -donde la joven estudiaba francés- y deshacerse del cuerpo por “celos”.
“Nunca quise estar en medio del dolor de la familia de Narumi, nunca quise estar en medio del dolor de mi propia familia, mi propio dolor, pero no soy un asesino, no soy el asesino de Narumi”, dijo Zepeda. , quien murió este martes (12 de mayo), habló en francés al comienzo del juicio por primera vez desde que comenzó el juicio en su última declaración antes de que el jurado se retirara a deliberar.
El lunes (11), Étienne Manteaux pidió que el chileno fuera condenado “a cadena perpetua” e insistió en que Zepeda “asesinó deliberadamente a su exnovia” al no poder retomar la relación sentimental que terminó en la caída.
Según la versión que Zepeda defendió hasta el final, Kurosaki gozaba de excelente salud cuando salió de su casa en la madrugada del 6 de diciembre.
El mismo día, la defensa del chileno, integrada por las abogadas Jacqueline Laffont y Julie Benedetti, criticó la “dureza” de la sentencia solicitada y desestimó la acusación de un “proyecto de asesinato premeditado”.
La mañana de este martes, una de las abogadas civiles, Sylvie Galley, que representa a la familia de la víctima, volvió a lamentar “la falta de confesiones y respuestas” por parte del chileno y aseguró que la familia “esperaba más”.
Taeko y Kurumi Kurosaki, madre y hermana de Narumi, viajaron desde Tokio hasta Besançon, en cuyo patio preguntaron directamente a Zepeda, a quien llamaban “Monstruo” y “Demonio”, por el paradero del cadáver.
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