Un nuevo gobierno asumirá este viernes el poder en Chile, luego de la victoria electoral un progresista de 36 años, Gabriel Boric, que asumirá el cargo de presidente después de postularse con una agenda feminista y verde. Boric también presidirá como nación escribir una nueva constituciónlo que podría brindar oportunidades únicas para abordar cuestiones apremiantes como los derechos de agua y la crisis climática.
Este cambio político masivo proporcionó el telón de fondo para el anuncio del cuarto Chief Heat Officer (CHO) del mundo para la capital chilena, Santiago, un cargo dedicado a abordar el calor urbano extremo en la ciudad y en América del Sur en general. La nueva CHO, Cristina Huidobro, trabajará con sus colegas en Miami, Atenas y Freetown, Sierra Leona para iniciar una serie de intervenciones de calor basadas en evidencia para Santiago, así como algunas que abordarán la catastrófica escasez de agua de la ciudad.
“Creo que es un momento muy emocionante para abordar este tipo de temas en Chile”, dijo Huidobro, quien asumió el cargo el 3 de marzo por Claudio Orrego, gobernador del área metropolitana de Santiago. Huidobro, arquitecta y urbanista, lleva seis años en el gobierno regional de Santiago, donde actualmente sirviendo como Jefe de Resiliencia Urbana supervisando la implementación de la estrategia de resiliencia climática de Santiago. Como CHO, continuará con su trabajo de resiliencia pero tendrá un fuerte enfoque en la mitigación del calor.
El título de CHO es importante para crear conciencia sobre la urgencia de abordar el calor extremo, lo cual se agradece haber matado 356.000 personas en todo el mundo en 2019; global, Aumentaron las muertes por calor en aproximadamente un 74 % entre 1980 y 2016. Es un “asesino silencioso”, dice Kathy Baughman McLeod, directora de la Centro de Resiliencia de la Fundación Adrienne Arsht-Rockefeller en el Atlantic Council, que trabaja con cada CHO. “[Extreme heat] no tiene temporada ni nombre ni agencia ni pólizas de seguro que lo acompañen y no desencadena desastres naturales en las organizaciones de emergencia”, dice. Huidobro está de acuerdo: “Hay que empezar a ponerle nombre al problema”.
Es por eso que Miami, Athens y Freetown el año pasado designaron CHO en sus ciudades con la tarea de crear conciencia, desarrollar intervenciones y estrategias a largo plazo para reducir las muertes por calor. Como muchas ciudades, Santiago se ha visto particularmente afectada por las olas de calor de los últimos veranos. Cerca del 37% de la población de Chile, alrededor de 7 millones, vive en el área metropolitana de la capital. “Entonces, si haces política aquí, puedes influir en mucha, mucha, mucha gente”, dice Huidobro.
Crucialmente, Santiago también tiene escasez de agua. Durante una década, Chile ha estado sufriendo una “megasequía”, que se cree que es causada por un océano cálido “mancha” estimulado por el cambio climático que impulsa corrientes cálidas en todo el país. Al mismo tiempo, los imponentes glaciares de los Andes encoger por tres pies al año. “Estas son nuestras reservas de agua y se están derritiendo”, dice Huidobro. Hay nuevas leyes de protección Algunospero no todos.
Además, Chile es el único país del mundo con una sistema de agua privado, que data de la época de la dictadura del general Pinochet. Entonces, la “primera prioridad”, dice Baughman McLeod, será identificar acciones que reduzcan el estrés hídrico de los residentes. Huidobro tiene experiencia en este campo: fue fundamental para convertirse en la primera de Chile fondo de aguaquien protege Cuenca del Maipo abastecía de agua a los santiaguinos.
Huidobro evaluará una variedad de intervenciones de mitigación del calor. Un concepto popular es levantar copas de árboles, que brindan sombra y benefician la salud mental, una idea que se está retomando en las otras ciudades de CHO: Freetown está plantando un millón de árboles para fines de 2022. Las aceras frescas son otra. La evaluación inicial mostró que la diferencia en la temperatura del suelo entre una superficie de césped con sombra y una superficie de asfalto sin sombra puede ser de hasta 36 grados Celsius (97 grados Fahrenheit). La ciudad también probará techos verdes, comenzando con 1.000 metros cuadrados de techo verde en el Hospital de Maipú. Los techos verdes pueden reducir Islas de calor alrededor de 30 a 40 grados Fahrenheit, y se estima que esta iteración capturará tres toneladas de CO2 al año.
En el corazón del desarrollo de soluciones para el aumento de las temperaturas está la búsqueda de reducir la injusticia; Las poblaciones más pobres suelen ser las que más sufren el calor extremo. En Santiago, estos son trabajadores informales que venden productos al aire libre, personas que viven en barrios marginales y personas afectadas por la falta de vivienda. También en la agenda de Huidobro estará identificar fuentes de inversión para iniciativas seleccionadas, ya sean privadas, públicas o sin fines de lucro, y compartir experiencias con ciudades de América del Sur, un continente donde la temperatura promedio está aumentando en más de 6 grados centígrados (43 grados). .podría Fahrenheit) a 2100.
Huidobro espera trabajar en estrecha colaboración con el nuevo gobierno nacional, codificando las políticas a largo plazo en leyes e influyendo en la nueva constitución. “Una cosa que ya sabemos”, dice prometedora, “va a ser una constitución verde”.
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