En el Chile, el texto de la nueva constitución se vendió decenas de miles de veces, como nunca antes. A poco más de un mes del referéndum “a favor” o “en contra” de la nueva constitución, muchos chilenos buscan el “Librito Azul” y sus 388 artículos de ley. Como resultado, los editores reimprimen el texto por cientos, para deleite de los vendedores ambulantes.
En una calle peatonal del centro de la capital, Manuel ofrece la nueva constitución por el equivalente a R$ 10 y vende entre 80 y 100 ejemplares al día. “Es un buen negocio, muy rentable”, dice. “Aunque pueden descargar el texto en línea de forma gratuita, los chilenos parecen preferir la versión impresa para tomar notas, subrayar pasajes o simplemente volver a leer”.
En cinco minutos, cuatro personas se detienen para comprar la publicación. “La información en los medios no fue clara. Quiero leer la nueva constitución para entenderla mejor, compartir el contenido con mi familia y votar bien informada”, explica la compradora Iris.
Manifestantes feministas muestran su apoyo al nuevo texto constitucional — Foto: Ivan Alvarado/REUTERS
Felipe, en cambio, proviene de un pueblo rural al sur de Santiago. “La nueva constitución no se vende allí, así que mis amigos me piden que se la compre cuando venga aquí y se la daré más tarde”, dice.
En solo un mes, las editoriales LOM vendieron 70.000 ejemplares de la nueva constitución. “En esta campaña muy fuerte de la derecha contra la convención, utilizaron casi todos los medios [pela não aprovação novo texto constitucional], y lamentablemente esto también incluye la publicación de textos incorrectos. Exactamente por eso [no momento de adquirir ou consultar um exemplar] Es importante que la gente se asegure de que es real”, explica Paulo Slachevsky, director de LOM.
Para combatir estos textos falsos, el gobierno chileno ahora está distribuyendo la versión oficial de la nueva constitución de forma gratuita.
El presidente chileno Gabriel Boric (centro) muestra la versión final de la nueva constitución del país junto con los miembros de la Asamblea Constituyente María Elisa Quinteros y Gaspar Domínguez en Santiago — Foto: Luis Hidalgo / Foto AP
En referéndum, los chilenos decidirán si reemplazan la actual constitución, promulgada por el dictador Augusto Pinochet en 1980. La votación está programada para el domingo 4 de septiembre y será el primer procedimiento de votación obligatoria desde que el país introdujo la votación voluntaria en 2012.
Según una encuesta de la consultora Cadem realizada en la última quincena de junio, el 47% de los votantes potenciales cree que el “rechazo” ganará el plebiscito de salida, mientras que el 44% dijo que la “aprobación” será el resultado del voto de salida. Desde abril, las encuestas de intención de voto han mostrado la posibilidad de rechazar la nueva constitución.
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