Thiago Silva también lloró en la cancha del Mineirão cuando Brasil se enfrentó a Chile en los penaltis en los octavos de final de la Copa del Mundo de 2014. Ocho años después y a punto de disputar el cuarto Mundial de su carrera equipo brasileroel defensor aún vive con el “fantasma” de las lágrimas de aquel 26 de junio.
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Se dio la vuelta en casi todo. Ganó la Copa América y la Champions League, se convirtió en ídolo de PSG y Chelsea y se consagró como uno de los defensas más respetados del fútbol mundial, pero la herida que dejó hace ocho años aún no cicatriza.
Con 38 años, Thiago llega a Qatar como titular y una de las piezas más experimentadas del plan de Tite. Aún con su edad, sigue siendo una de las referencias del Chelsea-ING, donde ha disputado 16 partidos con dos asistencias esta temporada.
Imagen de Thiago Silva contra Chile (Foto: Reproducción/SPORTV)
Los Campeonatos del Mundo marcan el final del ciclo. Los jugadores más experimentados, aunque sigan mostrando un buen nivel en los clubes, ya no suelen ser convocados cuando esta generación ‘gira’. Con jugadores como Bremer, Gabriel Magalhães e Ibañez en ascenso, es muy probable que Thiago Silva vea sus últimos momentos con la selección de Brasil.
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Es el quinto jugador con más apariciones en la historia de Canarinho, 109 en total, en La Última Oportunidad de Qatar para borrar la noción popular de que el escenario de las lágrimas de 2014 es el episodio más destacado de una sólida carrera de la selección. En la búsqueda de Hexa, llorar de emoción por un título que no llega en 20 años podría ser el relevo.
La epopeya de Thiago Silva con la verde y amarilla pasa inevitablemente por las emociones. El defensa, capitán, líder y referente llega a Qatar por el tercer trofeo de su carrera con un gol aún más especial por todo lo que ha vivido en la selección a lo largo de su carrera.
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