Los bloqueos de carreteras en Perú llevaron gradualmente a la escasez de algunos productos básicos y al aumento de los precios de los combustibles y los alimentos en las provincias andinas del sur, epicentro de las manifestaciones que exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.
Las protestas ya han dejado 46 muertos, entre ellos un policía, tras seis semanas de crisis política y social marcadas por cortes de ruta y manifestaciones en distintas regiones del país.
“No me rendiré ante grupos autoritarios que quieran imponer soluciones que no son parte de nuestro orden constitucional o tradición democrática”, dijo Dina en una reunión virtual del Consejo Permanente de la OEA, donde defendió la realización de nuevas elecciones.
Decenas de manifestantes marcharon esta mañana frente a la embajada de Estados Unidos para criticar el apoyo de Washington al gobierno peruano. En la región de Ica, a 250 km de Lima, estalló un enfrentamiento entre policías y manifestantes violentos, que se cubrieron el rostro, mientras las fuerzas del orden intentaban despejar la carretera Panamericana Sur bloqueada por los manifestantes. Las imágenes de televisión mostraron que policías heridos eran trasladados a hospitales en Pisco.
Sin embargo, pronto llamó la atención la escasez de gas licuado de petróleo (GLP), principal combustible vehicular y también de uso doméstico en el Perú, que ya faltaba en el comercio de Arequipa, Tacna y Puno, regiones del sur peruano que reclaman ser los más pobres, olvidados y discriminados por su población, de mayoría indígena.
“Ya me informaron que se acabó el GLP en Arequipa”, dijo a RPP Radio el representante de los taxistas, Alexander Cornejo, en referencia a la situación en la zona, donde alrededor de 7.000 taxistas sufren escasez de combustible.
La región amazónica de Madre de Dios, fronteriza con Brasil y Bolivia, ha enfrentado escasez de alimentos y combustible debido a los bloqueos en la carretera que conecta la costa sur de Perú con las ciudades brasileñas.
El Gobierno de Dina Boluarte, que asumió el 7 de diciembre tras la destitución de Pedro Castillo, tocó fondo este miércoles con la renuncia de la ministra de Producción, Sandra Belaunde.
– Comida hinchada –
Debido al desabastecimiento, los comerciantes de la ciudad de Puno, 1.350 kilómetros al sur de Lima y escenario de las protestas más violentas a principios de enero que dejaron 18 muertos, triplicaron los precios de rubros como la papa y el tomate. La inflación anual en Perú fue de 8,46% en 2022, la más alta en 26 años.
Según las autoridades de transporte, ahora había 85 bloqueos de carreteras en nueve de las 25 regiones de Perú. Los alimentos no llegan a su destino ya que cientos de camiones se encuentran detenidos en las carreteras de las regiones de Ica y Puno.
– Malestar con Chile –
La firma de abogados peruana se quejó hoy ante el embajador de Chile en Lima, alegando que el presidente chileno, Gabriel Boric, hizo comentarios “irrespetuosos” sobre Dina Boluarte durante la cumbre de la CELAC el día anterior.
Según un tuit de la Cancillería, al diplomático chileno le dijeron que “el camino tomado por el gobierno constitucional del presidente Boluarte es adelantar las elecciones generales para que los peruanos puedan decidir el destino del Perú sin injerencias y en paz”. Boric dijo en la Celac que las personas que se manifiestan en Perú “terminan siendo baleadas por quienes se suponía que las estaban defendiendo”.
El Consejo de Derechos Humanos en Ginebra criticó “el uso excesivo de la fuerza” para reprimir las protestas en Perú. El ministro de Justicia dijo que las autoridades habían respondido apropiadamente.
El presidente peruano pidió ayer “un alto el fuego nacional” pero recibió como respuesta una nueva marcha, la mayor hasta el momento, con enfrentamientos entre policías y manifestantes que convirtieron el centro histórico de Lima en un campo de batalla en el que se utilizaron piedras, proyectiles y bombas lacrimógenas.
Las protestas comenzaron después de la destitución y arresto del presidente de izquierda Pedro Castillo el 7 de diciembre, cuando el gobernante intentó disolver el parlamento de derecha.
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© Agencia France-Presse
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