Este domingo los chilenos decidirán si aceptan el documento redactado por la Convención Constituyente para dejar atrás la Carta Magna redactada por el dictador Augusto Pinochet.
Hoy, 4 de septiembre, Chile realiza un referéndum mediante el cual la sociedad aceptará o rechazará el nuevo texto elaborado por la Convención Constituyente. El documento fue creado en 2020 tras un referéndum en el que el 78% de los votantes votaron por redactar una nueva constitución para dejar atrás la Carta Magna heredada del dictador Agusto Pinochet.
El referéndum se produce un año después de las elecciones presidenciales de 2021 que convirtieron a Gabriel Boric en el presidente más joven en la historia de Chile y derrotaron al candidato de extrema derecha José Antonio Kast. Hoy, el país vecino se encuentra en una situación delicada, producto de las tensiones provocadas por el estallido social que estalló en el seno de la sociedad chilena en 2019.
Un centenar de “voluntarios” ondean sin mucho entusiasmo banderas de “rechazo” en las calles donde se libran las batallas políticas, y se reparten ejemplares gratuitos del texto constitucional para votar en La Moneda a diez minutos.
puntos principales
El texto propone cambios importantes en el modelo político y económico que ha producido un largo período de “crecimiento y estabilidad” en el país sudamericano, a costa de desigualdades en educación, salud o pensiones. Revisa algunos de los puntos que más disconformidad han causado entre los chilenos:
1. Estado Plurinacional
“Nosotros, el pueblo chileno, integrado por diferentes naciones, nos comprometemos voluntariamente con esta Constitución, acordada en un proceso participativo, igualitario y democrático.” Esta es la primera línea del proyecto de Constitución. Por primera vez en la historia, el Estado chileno se define como plurinacional.
El texto también reconoce sistemas jurídicos indígenas que se “coordinan en igualdad de condiciones con el sistema judicial nacional” e incluye el consentimiento previo de los pueblos y naciones indígenas en materias o asuntos que afecten sus derechos.
2. Formación de la Convención
La convención constituyente sesionó durante un año y finalmente se disolvió en julio pasado después de presentar su propuesta. Aunque gobernado y definido por el Congreso, representó un ejemplo sin precedentes en la historia política chilena, ya que al momento de su fundación, la mayoría de los ciudadanos, luego de una votación en 2021, optó por miembros independientes, alejados de la élite política tradicional.
La Convención, ante una tarea extremadamente compleja, entregó el texto en el plazo acordado y en los términos acordados, pero enfrentó varias controversias y dificultades para comunicar adecuadamente su trabajo. Las elecciones independientes, la paridad y los escaños reservados le dieron una cara diferente a los órganos de poder tradicionales del país.
En la convención, por primera vez en la historia de Chile, una mujer mapuche, la académica Elisa Loncón, ocupó un cargo de alta responsabilidad política y simbólica en el país.
3. El papel del gobierno
En noviembre de 2019, cuando aún era diputado, Gabriel Boric fue uno de los 11 firmantes del “Acuerdo por la Paz y una Nueva Constitución”, que en horas de la madrugada y en medio de una ola de manifestaciones sociales abrió el camino para la redacción de una nueva constitución. Casi tres años después, como presidente, Boric recibió la propuesta constitucional.
Este septiembre y bajo su gobierno se determinará el futuro inmediato del proceso que, según los acuerdos firmados entre oficialismo y oposición, continuará independientemente del resultado del referéndum.
4. Cambios
“Chile necesita un cambio” fue la primera de las menciones entre las personas que votarían “sí” en el voto popular, según la encuesta nacional realizada entre abril y mayo de 2022 por el Centro de Estudios Públicos.
En segundo lugar, con casi el 40%, se ubicaron las preguntas relacionadas con los derechos sociales y la justicia social. Pero la idea de cambio puede inspirar tanto esperanza como incertidumbre, y elegir entre estar de acuerdo o en desacuerdo también es una cuestión de elección.
5. El papel de los medios hegemónicos
El largo y complejo proceso constituyente y la campaña mediática de la derecha y los medios hegemónicos para impedir que se apruebe la nueva constitución crean un clima de fuerte ebullición y conflicto ideológico no disimulado. Independientemente de que se apruebe o no el nuevo texto constitucional, el actual gobierno deberá actuar en un contexto de extrema polarización y fuerte conflictividad social, con una campaña mediática en contra y una gran parte de la sociedad con grandes esperanzas en el proyecto liderado por Bórico.
Aunque el mandato del Tribunal de Cuentas de la República prohíbe al gobierno manifestarse por una opción, se ha activado una estrategia para salir a la calle a “educar” sobre la nueva constitución. Algo que tiene mucho sentido dadas las noticias inusuales y la desinformación que ha surgido, desde el cambio de bandera hasta las confiscaciones de viviendas.
Todo esto mientras el gobierno -tras meses de rechazo- se abre a la posibilidad de un nuevo juicio a la Asamblea Constituyente si gana el “rechazo”. Porque con tanta inestabilidad, una cosa está clara en prácticamente todo el espectro político: la constitución de Pinochet ya está muerta.
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