Según la Dirección de Meteorología, los termómetros alcanzarán los 36 grados centígrados y en algunas zonas al norte de la capital podrían alcanzar los 37 grados centígrados, lo que representa un peligro para la salud y la vida de las personas.
El calor es un asesino en muchas partes del mundo y por eso se están tomando todas las medidas para prevenirlo aquí, dijo el gobernador Claudio Orrego.
Durante la alerta roja, se recomienda la exposición directa al sol y las actividades al aire libre, y la administración pública tiene la facultad de suspender algunas reuniones masivas y regular las condiciones laborales.
Orrego dijo que se entregaron al sistema de salud 69 ambulancias con aire acondicionado para trasladar a los pacientes afectados por las altas temperaturas.
Además, este año se inició un programa de plantación de árboles en las llamadas “islas de calor” de la ciudad de Santiago.
En estas circunstancias, las personas mayores de 65 años, los recién nacidos y los niños pequeños, las personas con enfermedades crónicas, las personas que trabajan al aire libre o las personas sin hogar corren mayor riesgo.
Los síntomas del estrés por calor incluyen irritación de la piel, mareos, desmayos, dolor de cabeza, náuseas, dificultad para respirar y latidos cardíacos rápidos.
La ola de calor también llegará a otras regiones como Ñuble y Biobío en el sur del país, donde las temperaturas pueden alcanzar los 42 grados centígrados.
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