Los incendios forestales en el sur de Chile han dejado al menos 24 muertos, más de 970 heridos y destruido unas 270.000 hectáreas, informaron las autoridades este domingo (5/2), en momentos en que llegaba ayuda internacional al país.
Durante el fin de semana, el gobierno del presidente chileno Gabriel Boric extendió el “estado de emergencia” a La Araucanía, uniéndose a Ñuble y Biobío, las tres regiones más golpeadas por el fuego, caracterizadas por una intensa actividad agropecuaria y forestal.
Entre otras cosas, la medida permite ayudar más rápidamente a los afectados y movilizar recursos. La región del Biobío es la que tiene más víctimas, con dos tercios. Hasta el viernes, las autoridades habían informado 13 muertes, pero las muertes se dispararon durante el fin de semana.
Hasta el mediodía del domingo, hora local, 260 incendios estaban activos en todo el país. De estos, 28 fueron clasificados como “relevantes”, garantiza el secretario de Estado, Manuel Monsalve. La dependencia agregó en conferencia de prensa que 1.475 personas se encuentran en albergues temporales y 26 detenidos se encuentran en estado grave.
Chile solicitó asistencia internacional para agilizar la llegada de aviones y brigadas. Un equipo de emergencia de España se dirigía al país el domingo. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, aseguró que su gobierno enviará un avión con material y especialistas para apagar los incendios forestales.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile dijo que continúa coordinándose con las autoridades de Argentina, Brasil, Ecuador, Estados Unidos y México para enviar ayuda.
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