Chile es el segundo país del mundo (después de Indonesia) con más volcanes dispersos a lo largo de los Andes. Según el Servicio Nacional de Geología y Minas de Chile (Sernageomin), existen alrededor de 2.000 volcanes, de los cuales 95 siguen activos. Pero hay otro volcán poco conocido (al menos para nosotros los brasileños) que podría despertar en cualquier momento debido a las señales que la naturaleza ha dado. Es un volcán sumergido en la Laguna del Maule (Laguna del Maule, en español), dentro de la ciudad de San Clemente, a unos 270 km al sur de Santiago.
Rodeada por la Cordillera de los Andes, en medio de paisajes áridos, la Laguna del Maule ha despertado la curiosidad de científicos de todo el mundo, pues el fondo de la laguna ha aumentado sostenidamente en la última década, unos 30 cm por año, sin haber provocado una erupción. . . La información proviene del Doctor en Geología de la Universidad de Bonn en Alemania y Profesor de la Universidad Católica de Temuco en Chile, Cristian Farías.
“Es un proceso muy interesante porque en ningún otro lugar del mundo el suelo se ha levantado tan rápido como en la Laguna del Maule sin causar una erupción, incluso comparado con Yellowstone en los Estados Unidos de América”, dijo el geólogo. Entrevista con el reportero. UOL.
Según Cristian, debajo del suelo de la laguna hay una gran cantidad de magma, gases y desechos sólidos que intentan salir a la superficie. “La laguna sigue inflándose. Los estudios sugieren que las condiciones para un brote a corto plazo están lejos de darse”, dijo el profesor.
La misma afirmación comparte Sebastián García, encargado del área de vigilancia de volcanes del Servicio Arqueológico Minero de Argentina.
Según García, las investigaciones realizadas en la Laguna del Maule indican que efectivamente existe magma (volumen no medido) subterráneo que provoca temblores superficiales en toda la región. “Este factor muestra que el volcán está activo, pero no es un supervolcán, pero tenemos que estar atentos a su comportamiento”, dijo el argentino Sebastián García.
Cualquiera que conduzca por Argentina y cruce el paso fronterizo Pehuenche en medio de los Andes quedará deslumbrado por la belleza y la inmensidad de la Laguna del Maule, que ya se encuentra en territorio chileno. Sus aguas heladas y aparentemente tranquilas de una tonalidad azulada engañan a quienes se atreven a navegar en ella.
“Navegar en esta laguna es muy complejo porque el agua en la parte central está turbulenta y agitada por los fuertes vientos que soplan desde Argentina. Doce personas ya fallecieron navegando por la laguna y algunos cuerpos nunca fueron encontrados”, dijo el jefe de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica de Chile, Álvaro Amigo. Según él, la falta de práctica del deporte en la Laguna se atribuye a la ubicación geográfica, es decir, en una zona muy aislada y sin infraestructura, lo que despierta poco interés para los deportistas.
Cuestionado por el UOLQué zonas podrían verse afectadas en caso de una erupción y las consecuencias del jefe de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica de Chile, el jefe de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica de Chile dijo que los estudios sugieren que las regiones sur y sureste alrededor del volcán complejo en sería el más afectado, pero estas localidades están escasamente pobladas.
“Ante cualquier eventualidad, los servidores del paso fronterizo Chile-Argentina serían evacuados a un lugar seguro, pero la mayor consecuencia en caso de un brote sería la contaminación del río Maule, que fluye por varias centrales hidroeléctricas que proveen un gran porcentaje de la energía para el país”, dijo Álvaro Amigo do Sernageomin.
Según Sebastián García, encargado del área de vigilancia de volcanes del Servicio Minero Arqueológico de Argentina, los viajes aéreos en la región también estarían en riesgo si el volcán sumergido en la Laguna del Maule despertara. “La ciudad de Mendoza en Argentina se vería afectada, así como otras regiones aledañas que dependen de la agricultura y el turismo”, dijo.
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