El presidente Jair Bolsonaro llegó a Santiago de Chile para reunirse con otros presidentes sudamericanos el viernes por la mañana (22).

La reunión fue para discutir el establecimiento de Prosul, un foro de desarrollo regional para reemplazar a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

Además de Bolsonaro, asistieron al encuentro Mauricio Macri (Argentina), Sebastián Piñera (Chile), Mario Abdo Benítez (Paraguay), Martín Vizcarra (Perú), Iván Duque Márquez (Colombia) y Lenín Moreno (Ecuador).

Con sede en Quito, Unasur fue fundada en 2008 por doce países sudamericanos con el objetivo de promover la coordinación política, económica y social en la región. La iniciativa surgió en la época dorada de los gobiernos de izquierda en América Latina, con líderes como Luis Inácio Lula da Silva (Brasil), Michelle Bachelet (Chile), Rafael Correa (Ecuador), Néstor y Cristina Kirchner (Argentina) y Chávez (Venezuela). .

Solo Bolivia, Guyana, Surinam, Uruguay y Venezuela están actualmente en el grupo. Desde abril de 2018, siete de sus países miembros (Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Paraguay, Perú y Ecuador) suspendieron su participación o anunciaron su retiro definitivo de la organización por desacuerdos sobre su funcionamiento.

La crisis en el grupo se vio exacerbada por un enfrentamiento con el gobierno del venezolano Nicolás Maduro por la elección del nuevo secretario general de la organización, en sustitución del colombiano Ernesto Samper, cuyo mandato finalizó en enero de 2017.

En una transmisión en vivo en una red social el jueves (21), Bolsonaro dijo que el objetivo era “acabar” con la Unasur, que según él sirve como el “nombre de fantasía” del Foro de São Paulo. El Foro fue un grupo formado por partidos progresistas en América Latina en la década de 1990.

Este es el tercer viaje oficial de Bolsonaro, el primero a Sudamérica. A principios de esta semana tuvo una reunión con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en Washington. En enero, Bolsonaro asistió al Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.