El canciller Mauro Vieira defendió la ampliación del Mercosur en su discurso de apertura de la cumbre del grupo el lunes 3. El Canciller mencionó algunos países como Bolivia y dejó fuera a Venezuela que intenta volver al bloque con el apoyo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El discurso de Mauro se produjo en vísperas del traspaso de la presidencia del grupo de Argentina a Brasil y subrayó el compromiso de Brasil con la integración regional. “Continuaremos el proceso de acercar el Mercosur a Centroamérica y el Caribe, buscando nuevas oportunidades de negocios para nuestros operadores económicos”, dijo.
Al referirse a los países con los que Brasil quiere profundizar las relaciones comerciales, Mauro mencionó específicamente a Chile, Colombia, Perú y Ecuador, los países asociados a la Unión. Hoy los países miembros del Mercosur son Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Venezuela también formó parte del grupo pero fue suspendido en 2016. “Debemos aprovechar esta oportunidad para ampliar y profundizar esta colección de acuerdos comerciales con la región, de lo contrario nos quedaremos atrás en comparación con otras regiones y países fuera de la región”, agregó.
Dos de los principales temas de la agenda del Mercosur no han sido tomados en cuenta en las decisiones de la actual cumbre. No debería haber una respuesta común a los compromisos medioambientales propuestos por los europeos en el marco del acuerdo UE-Mercosur. El regreso de Venezuela a la confederación tampoco estaba en la agenda.
Relaciones con Venezuela
Desde el inicio del gobierno, Lula restableció las relaciones diplomáticas con Caracas, ayudó a la rehabilitación internacional del dictador Nicolás Maduro y comenzó a defender la reintegración de Venezuela al bloque. Sin embargo, es probable que el tema permanezca para la segunda mitad del año y no sea objeto de discusiones sustantivas para la toma de decisiones entre los presidentes en la próxima cumbre. El regreso de Maduro a la Unión depende de la evaluación de todos los países del Mercosur, no es una decisión de un solo país. E incluso Lula no tiene intención de gobernar el asunto, aunque al gobierno brasileño le interesa hacerlo.
“Hasta donde yo sé, no hay discusión en la agenda de esta cumbre”, dijo la embajadora Gisela Padovan, secretaria para América Latina y el Caribe del Departamento de Estado. “Obviamente, en el contexto de retomar el diálogo que estamos impulsando con Venezuela, este tema necesita ser discutido en algún momento. Queremos que Venezuela se reintegre al Mercosur”.
El principal obstáculo es la falta de democracia en el país vecino. En agosto de 2017, Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay reconocieron la “perturbación del orden democrático” y suspendieron oficialmente la participación de Venezuela en el Mercosur, según lo previsto en el Protocolo de Ushuaia. La decisión dice: “La suspensión terminará tan pronto como se asegure el pleno restablecimiento del orden democrático en la República Bolivariana de Venezuela”.
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