“Aprecio mucho la reacción de los chilenos después de tanto tiempo de opresión”, afirmó el argentino, que ganó la Copa América con la selección chilena. “Es un ejemplo para todos en Sudamérica: la lucha contra el neoliberalismo, que empobrece cada vez más a la gente. Una rebelión contra aquellos en el poder que siquiera piensan en ello. Estoy orgulloso de la gente con la que he estado durante tanto tiempo. Espero que este sea un paso adelante para poner fin a la opresión de esta gente”.
Las declaraciones expresan la postura crítica de Sampaoli hacia el gobierno de Sebastián Piñera, un empresario y exaccionista del fútbol que inició su segundo mandato como presidente chileno decidido a impulsar reformas económicas liberales y ahora es blanco de manifestaciones populares en protesta por la creciente situación de desigualdad social en el país. . Aunque en su juventud luchó activamente contra la dictadura en Argentina, el entrenador se muestra reservado a la hora de hablar públicamente sobre temas políticos, regla que se rompió después del empate de su equipo contra el Corinthians, cuando en una conferencia de prensa explicó la crisis de Chile.
Peronista declarado, nunca ocultó su admiración por Juan Domingo Perón, el ex presidente argentino que fundó y difundió el movimiento político más influyente de su país. Enérgico en el campo, Sampaoli cree que un líder debe inspirar a las personas bajo su mando a través del lenguaje pero, sobre todo, a través de la práctica. “El mejor abogado es el que sabe lo que piensa el juez, no el que conoce la ley”, explica en su biografía no escucho y sigo, escrito por Pablo Paván y publicado en 2013. “En mi caso tengo que saber con quién voy a hablar y cómo lo voy a seducir. Por eso a veces es mejor escuchar el discurso de Perón que ver un partido de fútbol”.
Nació en Casilda, provincia de Santa Fé, y dirigía un negocio de repuestos propiedad de su tío, quien utilizaba la tienda como lugar de reunión de los opositores a la dictadura militar argentina. Mientras el grupo se reunía en la parte trasera del bar, el adolescente Jorge Sampaoli observaba el movimiento en la calle y, cuando apareció un vehículo del régimen, presionó un botón para alertar a los militantes que ensayaban coros pro-Perón. Posteriormente se unió a la Juventud Peronista, un movimiento que trabajó clandestinamente para redemocratizar el país. Fue en esta época cuando se enamoró del rock. Aprecia las bandas progresivas y las letras combativas como Los Redondos y Callejeros e incluso se tatúa líneas de canciones en el cuerpo.
Se identifica con el kirchnerismo y ya ha declarado su voto tanto por Néstor como por Cristina Kirchner, pero nunca mantuvo vínculos estrechos con ex presidentes argentinos de izquierda. Por otro lado, se reunió dos veces con Maurício Macri, el candidato a la reelección derrotado el pasado domingo, cuando dirigía la selección argentina. A pesar de su disgusto por la política macrista, Sampaoli fue invitado a almorzar por el propio presidente, un ex gran hombre de Boca Juniors y futbolista apasionado. Destacó expresamente a la prensa que sólo había aceptado la invitación como una mera “obligación protocolaria” del despacho.
Su devoción por el fútbol comenzó en Chile, donde llevó a la Universidad de Chile al campeonato nacional y al título de la Copa Sudamericana en 2011. Un año después, se convirtió en entrenador de la selección chilena, que impresionó con su fútbol ofensivo en el Mundial de 2014, y rompió una racha histórica de victorias al ganar la Copa América en 2015. “No renuncio a que mis equipos sean protagonistas. Tener el balón en los pies y ocupar el campo contrario es el camino más corto hacia la victoria”, afirma el técnico.
En su única etapa en el fútbol europeo, cuando entrenaba al Sevilla, dejó clara su visión anticolonialista a los directivos del club durante un recorrido por la ciudad y la vista de un monumento al “descubridor de América”, Cristóbal Colón: “Ellos llámelo genocidio”. Descubrimiento. Creen que lo han descubierto, pero el continente ya estaba allí.” Viajé en metro por la ciudad española, siguiendo la costumbre de no querer que me trataran con prebendas como suelo ir en bicicleta o en moto eléctrica para desplazarme. Santos. A principios de año, pidió a la directiva del Santos que le pagara el salario sólo a partir del momento en que el club pudiera pagar a toda la plantilla, que acumulaba sueldos pendientes.
Entre sus tatuajes destaca una frase atribuida al guerrillero y compatriota Ernesto Che Guevara, que lo inspira a no traicionar sus creencias por los malos resultados en el campo y mucho menos a dejarse cegar por el éxito: “No se gana la vida”. de ahí “No para celebrar las victorias, sino para superar las derrotas”. Y también otro verso de Callejeros, su banda favorita, que resume parte de su personalidad reivindicativa: “Educar es luchar”. Y el silencio no es mi lenguaje”.
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