El empresario argentino Fernando Cerimedo se dio a conocer entre los brasileños en noviembre pasado a través de la transmisión en vivo en la que anunció la existencia de un expediente apócrifo de presunto fraude en las máquinas de votación electrónica. El material contenía acusaciones falsas que fueron explicadas y desmentidas por la prensa y el Tribunal Superior Electoral (TSE).
Un año después, se dedicó a influir en la campaña electoral presidencial de su propio país actuando como estratega digital del libertario Javier Milei, quien, como Cerimedo, tiene vínculos con la familia del expresidente Jair Bolsonaro.
Milei ha dicho anteriormente que fue víctima de fraude electoral en las primarias argentinas de este año, a pesar de quedar primera en la carrera. “Obtuve el 30%, pero si no hubiera habido fraude hubiera obtenido el 35%”, afirmó el candidato argentino.
La estrategia pasa por la “granja de la crítica”
Fernando Cerimedo dijo al periódico La Nación que utiliza “granjas de trolls (críticos)” para involucrar a sus candidatos y patrocinar campañas negativas contra sus oponentes. El candidato tiene una fuerte presencia en TikTok y YouTube.
“No invertimos dinero de campaña en las redes sociales porque no es necesario. Esa es la realidad”, dijo Cerimedo en entrevista con el programa Sólo Una Vuelta Más. “Cualquier cosa que hagas sin estas cuentas (troll) no generará interacción”, añadió.
Con esta estrategia, el empresario ayudó a atraer votantes jóvenes en las redes sociales. Con el apoyo de la juventud y voces de indignación contra la política argentina, Milei ganó las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) celebradas en agosto.
Cerimedo ganó influencia entre la extrema derecha de Sudamérica. Dice que trabajó en la primera campaña presidencial de Bolsonaro en 2018 y también en la candidatura de José Antonio Kast para las elecciones de 2021 en Chile.
El consultor político no sólo trabajó en la campaña electoral de Bolsonaro, sino que también dice ser amigo del congresista Eduardo Bolsonaro (PL-SP) desde 2010. En octubre del año pasado, poco antes de la segunda vuelta electoral, recibió al congresista y a su familia en Buenos Aires.
A pesar del libre flujo de la derecha sudamericana, Cerimedo dijo que la campaña de Milei sería su último trabajo en política. Cuestionado sobre si estaría dispuesto a ocupar un cargo en un posible gobierno de Milei, el empresario se muestra cauto y argumenta que preferiría centrarse en los negocios después de las elecciones.
Cerimedo también dice que está trabajando gratis para la campaña de Milei porque cree en las ideas del candidato. “Trabajo ad honorem (gratis) para la campaña electoral. Soy un empresario, no soy un político, no me interesa un puesto. (No cobré honorarios) porque trabajé mucho tiempo para muchos políticos, ¿durante muchos años? Y estaba cansado de discutir con mi esposa sobre en qué país viviríamos”, dijo a Sólo Una Vuelta Más.
Los argentinos regresan a las urnas este domingo 22. Milei disputa la Casa Rosada con el jefe de gobierno Sergio Massa y la derechista Patricia Bullrich. Si ninguno de los candidatos obtiene el 40% de los votos o una diferencia del 10% con respecto al segundo lugar, habrá una segunda vuelta de votación el 19 de noviembre.
“Incapaz de escribir con los guantes de boxeo puestos. Totalmente entusiasta del alcohol. Pensador sin disculpas. Adicto a los zombis certificado”.