También votaron a favor del texto: Afganistán, Andorra, Antigua y Barbuda, Armenia, Azerbaiyán, Bahamas, Bahrein, Bangladesh, Barbados, Bélgica, Belice, Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina, Botswana, Brunei, Bután, Qatar, Kazajstán, Corea del Norte, Dominica, Granada, Guyana, Yemen, Islas Salomón, Indonesia, Jordania, Kuwait, Laos, Líbano, Lesotho, Liechtenstein, Malasia, Maldivas, Malta, Myanmar, Mongolia, Montenegro, Nepal, Nueva Zelanda, Omán, Pakistán, Kirguistán, Santa, Lucía, San Vicente y las Granadinas, Saint Kitts y Nevis, Singapur, Siria, Sri Lanka, Suiza, Surinam, Tailandia, Tayikistán, Timor Oriental, Trinidad y Tobago, Turquía, Uzbekistán y Vietnam.
Occidente se abstuvo o votó en contra
En los países occidentales, la mayoría votó a favor de la abstención. Sólo nueve países de la Unión Europea (UE) se pronunciaron a favor de la propuesta: Bélgica, España, Eslovenia, Francia, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Noruega y Portugal.
Quince quedaron fuera, entre ellos Alemania, Bulgaria, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Estonia, Finlandia, Grecia, Italia, Letonia, Lituania, Países Bajos, Polonia, Rumania y Suecia.
Otras abstenciones notables incluyeron al Reino Unido y Ucrania, así como a europeos fuera de la UE como Georgia, Islandia, Mónaco, Macedonia del Norte, Moldavia, San Marino y Serbia.
El bloque de quienes evitaron tomar posición está representado por Australia, Cabo Verde, Camerún, Canadá, Corea del Sur, Filipinas, Haití, Irak, Japón, Kiribati, Palau, Panamá, Sudán del Sur, Túnez, Tuvalu, Uruguay, Vanuatu y Zambia, además de las voces de los indios y etíopes ya mencionados anteriormente.
Estados Unidos e Israel encabezan el bloque de votos disidentes, que también incluye a cuatro países de la UE (Austria, Croacia, Hungría y la República Checa), además de Fiyi, Guatemala, las Islas Marshall, Micronesia, Nauru, Papúa Nueva Guinea, Paraguay y Tonga.
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