A medio siglo de la muerte de Pablo Neruda, ¿de qué hablamos cuando mencionamos al poeta chileno y premio Nobel de literatura? ¿De su poesía, del diplomático, del activista político, del hombre que no siempre fue ejemplar en sus relaciones con las mujeres que pasaron por su vida, empezando por la única hija que tuvo? En Neruda, nacido el 12 de julio de 1904 en Parral, en una familia de trabajadores ferroviarios, la vida pero también la muerte y el trabajo se entrelazan en una serie de enormes dramas que marcaron la historia de América Latina en la segunda mitad del siglo XX.
Fue galardonado con el Premio Nobel en 1971 (el segundo latinoamericano después de su compatriota Gabriela Mistral en 1945) y, según el jurado, fue distinguido “por la poesía que, con la acción de una fuerza elemental, da vida al destino y Sueña una persona. “ Continente”. Muy cercana al presidente de la República, Salvador Allende, su muerte conmocionó a medio mundo y la suya a menos de dos semanas del golpe militar liderado por Augusto Pinochet, aparentemente provocada por el cáncer de próstata que le padecía. había sufrido durante años funerales públicos Contra los deseos del dictador, se desató una sangrienta batalla entre la oposición y el nuevo poder. Durante su vida, Neruda fue un conocido activista. Después de su muerte, se convirtió en un estandarte de la libertad, erigido en territorio enemigo.
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