La oposición derechista y la burocracia izquierdista iniciaron la próxima campaña electoral televisada con el objetivo de celebrar un referéndum en el que los chilenos decidirán sobre la modificación de la Constitución.
Los funcionarios rechazan el texto, que será votado el 17 de diciembre, porque supuestamente elimina derechos; Mientras que la oposición asegura tener herramientas para acabar con la incertidumbre institucional y política.
En la campaña participan una veintena de partidos políticos, que intentarán atraer a sectores que aún no han decidido votar. Según una encuesta de Criteria de noviembre, la proporción de encuestados indecisos era del 30%, porcentaje que incluye un mes del referéndum sin conocimiento del texto.
Mauricio Walker, un taxista de 60 años, dijo a The Associated Press que “no vio el texto por nada” y que vería la campaña televisiva porque “hay que usar algo” para informarse. También va para Teresa Frías, auxiliar de enfermería, 51 años, que verá la campaña “para que me dé una idea”.
Afortunadamente, la propaganda comenzó con las propuestas de quienes rechazaron el texto y continuará por la noche con los partidarios de quienes lo aceptaron.
La franja diaria gratuita de 30 minutos se extiende hasta el 14 de diciembre y se divide en dos bloques de 15 minutos: el primero se transmite al final del mediodía y el otro antes del inicio del noticiero vespertino. Se transmitirá en todos los canales de televisión abierta del país.
Con el inicio de la publicidad televisiva, el gobierno del presidente Gabriel Boric comenzó a distribuir copias del texto en un quiosco ubicado en una plaza frente a la sede del gobierno. En ese lugar, la ministra Camila Vallejo distribuyó copias a los transeúntes como parte de la campaña “Chile Vota Informado”. La misma actividad se repitió en las ciudades del interior.
“Es bueno que lo distribuyamos gratis y la gente no tiene que comprarlo” para que puedan “estar informados sobre los elementos que pueden afectar su vida diaria”, dice Javiera Vergara, de 19 años, después de recibir una copia.
El texto también se puede ver en varios sitios web.
Las sondas aleatorias muestran la opción Opuesto. La última encuesta de la consultora semanal Cadem encontró que la oposición se mantuvo en alrededor del 50%, mientras que el apoyo a la nueva carta cayó tres puntos porcentuales a alrededor del 32%.
Si el rechazo tiene éxito, la constitución actual, dejada en vigor hace 42 años por la dictadura militar (1973-1990), seguirá en vigor, y si triunfa el “favor A”, un grupo de diputados adoptará una nueva constitución. Se instalan los electores redactados por una mayoría opositora.
El referéndum es el segundo en el que participa el electorado en poco más de un año. En primer lugar, en septiembre de 2022, el 62% rechazó un texto elaborado por una convención de mayoría minoritaria.
Boric explicó que el referéndum del 17 de diciembre pondrá fin al proceso constitucional en curso que se abrió hace cuatro años.
“Nosotros, como sociedad e independientemente del resultado, vimos las oportunidades en diciembre, porque nuestro gobierno “tomará la decisión final”, dijo la víspera el representante desde San Francisco, Estados Unidos, donde asiste a la cumbre anual de la Foro de Cooperación Económica, APEC.
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