Los supervivientes del accidente aéreo de los Andes, que sobrevivieron comiendo carne de los cuerpos de las víctimas, celebraron el 40º aniversario del accidente con un partido de rugby.
La selección uruguaya de rugby viajaba de Montevideo a Santiago de Chile para jugar contra un equipo local cuando el avión se estrelló en los Andes en 1972.
Dieciséis de los 45 pasajeros a bordo pudieron sobrevivir en el hielo y temperaturas bajo cero durante 72 días.
Este fin de semana, doce integrantes de la selección amateur uruguaya, que rondan los 60 años, viajaron a Chile para disputar el partido previsto en el momento del accidente en Santiago.
Fuiste parte del equipo de Christian Brothers.
Antes del partido, guardaron un minuto de silencio y descubrieron una placa conmemorativa con fotografías de las víctimas del accidente del 13 de octubre de 1972.
“Creo que la tristeza de comer de un cuerpo humano muerto es la tristeza más grande de toda mi vida”, dijo el sobreviviente Roberto Canessa a Associated Press.
“Habría querido que me hicieran lo mismo si fuera mi cadáver”, añadió Canessa, explicando que la preservación de la vida justificaba el acto.
Cirugía de emergencia
Antes del partido en Santiago, hubo una recreación de la operación de rescate utilizando el mismo helicóptero chileno que participó en la operación en 1972.
Los supervivientes fueron encontrados después de que dos de ellos se arriesgaran y realizaran una caminata de diez días por los Andes.
En el partido también estuvo presente Sergio Catalán, el ganadero que los vio por primera vez y llamó a los servicios de emergencia.
El viernes fueron recibidos por el presidente chileno, Sebastián Piñera.
Daniel Fernández, otro sobreviviente del accidente, dijo que la experiencia en los Andes le enseñó cómo los humanos pueden adaptarse y soportar condiciones extremas.
“Si alguien me hubiera dicho: ‘Te van a llevar a una montaña, a 4.000 metros de altura, a 20 grados bajo cero, en manga corta’, habría dicho que sólo sobreviviría diez minutos. Pero sobreviví 72 días”, explicó.
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