BUENOS AIRES – En lugar de lápices y cuadernos, en las aulas de varios países de América Latina aparecen cada vez más tabletas y teléfonos inteligentes. Los investigadores indican que este fenómeno alcanzaría su punto máximo e incluso podría denominarse revolución tecnológica. Sin embargo, tal aumento ha puesto de relieve los déficits y deficiencias que aún enfrenta la región. Hay iniciativas prometedoras e innovadoras en diversos lugares, pero el impacto de las tecnologías en el aprendizaje sigue siendo un desafío sin resultados concretos.
Según el informe 2014 del Sistema de Información sobre Tendencias Educativas en América Latina (SITEAL), la región es una de las más activas en materia de integración de tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), pero aún no cuenta con una buena formación docente en educación. Aplicación de estas plataformas. Además, existen problemas fundamentales como la universalización de las prácticas educativas.
Si, por un lado, todavía hay desafíos, por otro, la creatividad y la innovación, tanto en el sector público como en el privado, están tratando de superar los obstáculos. Por ejemplo, en Chile, donde al menos el 81% de las instituciones educativas tienen acceso a Internet, el sitio web Rede de Professores Innovadores de Educar Chile pone la tecnología al servicio de la enseñanza. Allí, expertos de todo el país intercambian métodos y experiencias. Uno de ellos es el profesor de idiomas Roberto Flores, quien presentó en Facebook una obra basada en una obra de teatro de Eugenio Ionesco. Los estudiantes tuvieron que crear un perfil en la red social para cada personaje de la historia e interactuar con sus compañeros según el texto del autor. Esta plataforma recibió más de 200.000 visitas en un año y permitió descargar el material para que otros docentes también pudieran utilizarlo.
Otra iniciativa chilena innovadora fue la llevada a cabo por la Fundación Telefónica, que lanzó un curso de robótica en escuelas técnicas profesionales. Además de aprender conceptos básicos de programación y electrónica, los estudiantes desarrollan habilidades y habilidades sociales como el trabajo en equipo y el pensamiento crítico. En el Colegio Técnico Las Nieves, 40 niños construyeron prototipos de una casa automatizada en diversas condiciones climáticas. En 2015, el proyecto se ampliará a las regiones agrícolas.
En Perú, las pizarras interactivas, las computadoras y el software educativo se encuentran entre las herramientas que se utilizan cada vez más en las escuelas. En el país andino los métodos de enseñanza están sufriendo una metamorfosis para adaptarse a los cambios tecnológicos actuales. Para el consultor educativo Iván Montes, a pesar de los avances, los nuevos dispositivos por sí solos no mejoran la calidad de la enseñanza.
— La cuestión es que hay que formar a los profesores para que utilicen las herramientas dadas, pero ni siquiera eso es suficiente. Un docente que no tiene hábito de leer, que no tiene espíritu de conocimiento, que no prepara lecciones, no utilizará las nuevas tecnologías – dijo Montes.
Además, la mayoría de las escuelas públicas del país no cuentan con señal de internet inalámbrico, lo que limita el uso de dispositivos.
EN BRASIL, EL PROGRAMA LLEVA TABLETAS A LAS ESCUELAS
En Brasil, el gobierno federal también ejecuta una iniciativa denominada “Tableta Educativa”, que forma parte del Programa Nacional de Tecnología Educativa (Proinfo Integrado). Todas las escuelas nominadas por los estados reciben un proyector y dos tabletas de 9,7 pulgadas por cada cuatro aulas.
Aunque las nuevas herramientas han provocado un aumento de la matrícula en educación a distancia (EAD) en la educación superior, las TIC siguen siendo una realidad insignificante en las escuelas brasileñas. La Encuesta de Educación en TIC realizada en 2013 por el Comité Gestor de Internet de Brasil (CGI.br) muestra que de 1.987 docentes encuestados en 994 escuelas públicas y privadas, el 52% no proporcionó un tema específico sobre el uso de la tecnología en la educación superior.
En Colombia, el gobierno federal también ha tomado medidas para unir tecnología y educación. El proyecto Computadores para Educar ha ayudado a ocho millones de niños en sus 15 años de existencia. Es un programa conjunto entre el Ministerio de Tecnologías de la Información (MINTIC), el Ministerio de Educación y empresas privadas que tiene como objetivo mejorar la conectividad en las escuelas públicas y dotar de computadoras y tabletas de alta calidad.
En Argentina, varios proyectos reflejan el potencial de los avances tecnológicos en educación. Una de las primeras instituciones en sumarse a esta nueva realidad fue el Colegio Diurno Belgrano del partido de Belgrano. Allí se inició el proceso en 2003 con la capacitación de docentes, implementación de conectividad y compra de equipos (memoria USB, cámaras digitales, proyectores). Todo esto es una preparación para utilizar el curso virtual.
El proyecto simula un encuentro entre profesores y sus alumnos, disponible 24 horas al día, 7 días a la semana y almacenando materiales, sugerencias de lectura y otros recursos.
— Junto con el correo electrónico escolar, la instrucción virtual fue el recurso principal que permitió a los niños no perder ningún día de instrucción durante la epidemia de gripe H1N1 de 2009 que provocó el cierre de escuelas. Trabajaban desde casa – recuerda el director académico en jefe Andrea Pelliccia.
A pesar de todas estas inversiones y la creciente presencia de la tecnología en las aulas, la mayoría de las evaluaciones realizadas en la región hasta la fecha no detectan el progreso del aprendizaje de los estudiantes.
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