el grupo chileno vitaminaque compró 37 preescolares en São Paulo, Amenazan demandas por problemas de pago de maestros, alquiler y denuncias por precariedad en el cuidado de niños de cero a cinco años. Las familias entrevistadas en el informe se quejan de la falta de mantenimiento, la mala calidad de los alimentos y los proyectos educativos deficientes.
Las escuelas adquiridas desde 2021 incluyen 26 instituciones en la capital2 en São José dos Campos (uno cerrado por denuncia de los padres por falta de alumnos), 3 en Santos (uno de los cuales volvió al dueño anterior por falta de pago de Vitamina), 2 en Santo André, 2 en Campinas , 1 en Osasco y 1 en Sao Bernardo do Campo.
El martes 9 y este miércoles 10, algunas escuelas no abrieron o registraron ausencias del personal porque la empresa aún no había pagado los salarios de ese mes. Los expertos dijeron al informe, sin embargo, que los salarios ya habían sido depositados este miércoles.
Con denuncias y despidos de docentes a lo largo de 2022, las escuelas del grupo chileno comenzaron a perder alumnos. Hoy hay alrededor de 1.700 estudiantes en más de 30 escuelas en todo el país, según documentos obtenidos por la Estao tenía acceso. La mayoría de las escuelas tienen actualmente de 20 a 60 estudiantes. Hay unidades como Ponto Ômega en Jardim Europa, donde solo están matriculados siete alumnos, y Espaço Singular en Brooklin, con 12. El mayor número es el Colégio Estímulo en Santo André, con 128 alumnos.
Las escuelas están repartidas por todas las regiones de la capital, en distritos como Perdizes, Alto de Pinheiros, Morumbi, Sumaré, Pompeia, Itaim, Tatuapé y Vila Olímpia. Las instalaciones que compró Vitamina -que vio una oportunidad de negocio en la pérdida de ingresos y de estudiantes durante la pandemia- eran en su mayoría pequeñas y con un servicio personalizado. Además, las familias en educación infantil tienen una relación afectiva con las escuelas, ya que muchas matriculan a sus hijos en la infancia.
En un comunicado, Vitamina dijo que estaba implementando “una política de gasto más prudente, acorde con la realidad y el contexto actual de nuestro sector”, pero que “nunca había tomado una decisión que pudiera poner en peligro la integridad de nuestros niños”. . También explicó: “Desde que adquirimos las escuelas, hemos invertido importantes fondos en modernizar las instalaciones, mejorar la seguridad, ampliar las cocinas y las aulas, entre otras cosas”.
También compartió que la empresa se ha visto afectada por la pandemia “al igual que otras empresas del rubro” pero no está a la venta y pretende “construir un proyecto a largo plazo en el país”. “Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para cumplir con nuestro compromiso de brindar una educación infantil de calidad para todos nuestros niños y familias”, dice el texto. Vitamina no respondió con prontitud a ninguna de las denuncias examinadas en el informe.
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