El síndrome de Guillain-Barré es un trastorno neurológico grave y poco común en el que el sistema inmunológico del cuerpo ataca al sistema nervioso periférico. El resultado es una inflamación de los nervios, que a su vez provoca debilidad muscular, hormigueo, entumecimiento y, en casos más graves, parálisis.
Aunque se desconoce la causa exacta, el síndrome de Guillain-Barré suele asociarse con infecciones virales previas.
Comprenda los siguientes puntos a continuación:
- ¿Es la enfermedad contagiosa?
- ¿Cuales son los sintomas?
- ¿Cuál es la razón?
- ¿Cómo se hizo el diagnóstico?
- Pruebas que pueden ayudar
- ¿Cómo se realiza el tratamiento?
- ¿Cómo va la recuperación?
- terapia física
Según Fiocruz, la enfermedad no es contagiosa ni transmisible, es decir, no se transmite de persona a persona. Es una manifestación autoinmune.
Los síntomas suelen ser motores. En la mayoría de los casos es ascendente, es decir, comienza en los pies, “sube” hasta las piernas y posteriormente llega a los brazos. Dificultad para caminar y manipular objetos.
“Puede haber parálisis facial cuando la persona no tiene expresión facial”, explica el neurólogo de la Universidad Federal Fluminense Osvaldo Nascimento.
Los síntomas sensoriales también pueden estar asociados al síndrome, que pueden ir desde entumecimiento en los pies o piernas y manos hasta dolor incluso distribuido en estas regiones.
Otros signos y síntomas que podrían estar relacionados con el síndrome de Guillain-Barré, según el Departamento de Salud:
- Somnolencia;
- confusión mental;
- Con el;
- Ataque epiléptico;
- cambio en el nivel de conciencia;
- pérdida de coordinación muscular;
- visión doble;
- debilidad facial;
- Temblar;
- reducción o pérdida del tono muscular;
- Entumecimiento, ardor o picazón en las extremidades.
Algunas enfermedades pueden desencadenar una respuesta inmune y esta respuesta “ataca” al sistema nervioso, pero no existe una causa específica.
También según el Ministerio de Salud, varias infecciones se han relacionado con el síndrome de Guillain-Barré, siendo la más común la infección por Campylobacter, que causa diarrea.
Otras infecciones encontradas en la literatura científica que pueden causar esta enfermedad incluyen Zika, dengue, chikungunya, citomegalovirus, virus de Epstein-Barr, sarampión, virus de la influenza A, micoplasma pneumoniae, enterovirus D68, hepatitis A, B, C y VIH.
¿Cómo se hizo el diagnóstico?
No existe una prueba específica para el diagnóstico. Nascimento explica que el síndrome es una serie de signos y síntomas. En Guillain-Barré, estos síntomas son clínicos durante los primeros días, es decir, no se manifiestan en los exámenes. Por tanto, es difícil diagnosticar el síndrome.
“El médico debe ser consciente de esto, del reconocimiento clínico. El neurólogo tendrá mayor familiaridad con el diagnóstico, pero es importante recordar que este paciente acudirá a urgencias, por lo que es importante que el médico tenga los conocimientos adecuados para ayudar a identificar el tratamiento médico correcto y así iniciarlo”, afirma Nacimiento.
Un examen del líquido cefalorraquídeo (licor cerebroespinal) puede ayudar, pero sólo después de unos días: “Los cambios aparecen 10 días, es decir, una semana después, cuando hay un aumento de proteínas en el líquido. Las proteínas suelen ser muy altas”. Esta disociación: mucha proteína, pocas células, ayuda al diagnóstico”, explica.
Entonces también se pueden evaluar los cambios en la conducción nerviosa. La electroneuromiografía, también conocida como pequeños choques en brazos y piernas, termina mostrando cambios que indican daño en la mielina.
¿Cómo se realiza el tratamiento?
El tratamiento depende de la situación clínica del paciente. En algunos casos, puede producirse parálisis de los músculos respiratorios y cambios en el ritmo cardíaco, lo que requiere el ingreso del paciente en la unidad de cuidados intensivos.
El tratamiento suele ser con inmunoglobulina o plasmaféresis.
“Se administrará inmunoglobulina durante 5 días y se esperará la respuesta clínica. Si eso no resuelve el problema, se puede probar la plasmaféresis, como se practica en algunos lugares de Brasil, es decir, es una especie de intercambio de plasma por los anticuerpos que no están en la enfermedad involucrada”, dice Nascimento.
Según Nascimento, la mayoría de los pacientes se recuperan completamente después del tratamiento.
“Alrededor del 15% de los casos puede dejar secuelas y el 5% puede provocar la muerte debido a su gravedad. Hay muchos cambios relacionados con la respiración, el corazón y la estancia en la UCI. Aún más personas mueren por complicaciones e infecciones intercurrentes”, explica Nascimento.
La fisioterapia juega un papel importante en los casos más graves, especialmente aquellos que requieren ingreso en la unidad de cuidados intensivos.
“La fisioterapia se utiliza para prevenir la atrofia muscular y mantener la movilidad en piernas y brazos, pero la fisioterapia por sí sola no resuelve el problema”, dice Nascimento.
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