El Congreso chileno votará este año una denuncia constitucional contra el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila. Hay referencias a política de género o educación sexual en cuatro y siete capítulos del proyecto de ley que busca destituir al ministro de Asuntos Exteriores. Una de las llamadas a declarar ante la comisión de impeachment fue Marcela Aranda, directora del Observatorio Legislativo Cristiano. “Tu activismo LGTBIQ+ [el del ministro] y su condición ha superado el límite privado”, apoya la exportación del llamado Autobús de la libertad, traicionado a Chile en 2017 por la organización ultracatólica española Hazte Oír. El gobierno de Gabriel Boric condenó enérgicamente las declaraciones.
“Las acusaciones constitucionales son instrumentos de control legítimos para los parlamentarios. Lamentablemente la acusación contra el Ministro Ávila se caracteriza por la homofobia, como es el caso aquí [en el vídeo de la audiencia de Aranda] son claramente perceptibles. “Esto no debería ser aceptable en nuestra sociedad”, apoyo el presidente Boric en sus redes sociales. El representante de Renovación Nacional y Liderazgo Tradicional, Miguel Becker, quien fue responsable de la participación de Aranda en la comisión, pidió disculpas argumentando que el Observatorio Legislativo Cristiano había solicitado una intervención y fue aceptada sin saber quién sería el orador. En una entrevista con cnn sostuvo: “No tengo problemas con la homofobia hacia Nadie siempre y cuando no se metan con mis hijos o hijas”.
Los once parlamentarios que firmaron el proyecto de ley dicen que el ministro Ávila considera que las políticas de su despacho violan el derecho de los sacerdotes a educar a sus hijos y el incumplimiento de sus responsabilidades ante la “profunda crisis educativa”. Los capítulos acusatorios incluyen la demora en la transmisión de los resultados de la prueba del Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (Simce) 2022 -la peor de la última década-, el ausentismo y la deserción escolar (más de 50.000 estudiantes abandonaron desde entonces el sistema educativo). 2021 y 2022), problemas en infraestructura y deterioro en la calidad de la educación. Además, la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) no está ejerciendo su función fiscalizadora por supuestas irregularidades en el financiamiento de los programas de alimentación escolar.
Esta es la cuarta acusación constitucional dirigida contra un miembro actual o anterior de la administración Boric. Es una calumnia que llega en un momento difícil para el oficialismo, que se encuentra en medio de una crisis por el llamado Caso Convenios, que investiga la tributación chilena y que surgió hace tres semanas por la transferencia de millones de dólares estatales. fondos para fundaciones de lucro sin pecado vinculadas a la Revolución Democrática (RD). Este es también el partido en el que lucha Ávila, uno de los más importantes del Frente Amplio, la coalición del presidente chileno, cuyo fundador y líder es el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, quien ha pedido su destitución. por varios parlamentarios. .
Ávila y Jackson son también los únicos miembros del gabinete de Boric que apoyan a RD.
Porque La Moneda defiende que la acusación es infundada ya que se refiere a cuestiones de la gestión del ministerio y no a violaciones a la Constitución. “No existe ningún argumento político-jurídico que respalde esto. “Ésta es una acusación constitucional que está inspirada en la homofobia y la discriminación”, respaldó también la portavoz del gobierno de Boric, Camila Vallejo. El secretario de la Secretaría General de la Presidencia, Álvaro Elizalde, calificó el tono de la discusión como “sumamente serio” y afirmó que “cualquier forma de homofobia en Chile simplemente debe ser erradicada”.
La comisión dirigida por funcionarios encargada de examinar la admisibilidad de la difamación rechazó la iniciativa este año con tres votos en contra. La decisión no es vinculante, pero se recomienda que la Cámara Baja vote en contra. La oposición necesita una mayoría de diputados presentes para aprobar el proyecto de ley (78 si todos están presentes) para enviarlo al Senado. Si todos los escaños de derecha y los conservadores independientes votan a favor, serán 70 votos. Evópoli desde la sede de gobierno solo dice que lo evaluará (tiene cuatro representantes). Otra pregunta es qué pasará con Democracia Cristiana, un partido de izquierda que no forma parte de la función pública.
La polémica por los comentarios homofóbicos, que provocaron que varias agencias gubernamentales perdieran el control, podría frenar el impulso que la acusación ha ganado en las últimas semanas en medio de la crisis educativa. Si el proyecto de ley se aprueba este mes, pasará al Senado, donde, si se le da luz verde, el ministro será despedido y se le prohibirá ocupar cargos públicos por un período de cinco años. Quisiera decidir que a Ávila, profesor, no se le permita enseñar en instituciones públicas.
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