A pocos días del 50 aniversario del golpe de Augusto Pinochet en Chile, el presidente Gabriel Boric firmó un decreto que formaliza el Plan Nacional de Búsqueda de Víctimas de Desapariciones Forzadas durante el régimen militar.
“Como Estado y no sólo como Gobierno, esperamos que se eliminen todos los obstáculos para esclarecer las circunstancias de la desaparición y/o muerte de las víctimas”, dijo el presidente chileno durante un acto en el Palacio de La Moneda, sede del presidencia, en la que estuvo rodeado de políticos, activistas de derechos humanos y familiares de las víctimas.
Comisiones oficiales estiman que durante el reinado de Pinochet, entre 1973 y 1990, más de 3.200 personas fueron detenidas, ejecutadas o desaparecidas en un contexto político.
Aún no se han encontrado los restos de unas 1.500 de estas víctimas.
El plan fue presentado durante un evento con motivo del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas el 30 de agosto.
El plan
El objetivo del plan es “esclarecer las circunstancias de la desaparición y/o muerte de las víctimas de desapariciones forzadas y su paradero”.
Esta búsqueda -dice el sitio oficial del proyecto- se realizará “de manera sistemática y permanente, de acuerdo con las obligaciones del Estado chileno y los estándares internacionales”.
En un comunicado, el gobierno chileno dijo que además de intentar localizar a las víctimas, el “Plan Nacional de Búsqueda de la Verdad y Justicia” -su nombre completo- también beneficiaría a los familiares de las víctimas.
Por un lado, se les debe garantizar “el acceso a la información y la participación” en los procesos de búsqueda. Pero también la implementación de “medidas de reparación” y la prestación de “garantías de que no se repetirá el delito de desapariciones forzadas”.
“El plan rastreará las desapariciones de las víctimas, cooperará con las investigaciones judiciales y ayudará a crear memoria y garantía de no repetición, sin perjuicio del establecimiento de responsabilidad penal”, dijo el gobierno.
El gobierno de Boric también enfatizó que el plan “tendrá una gestión permanente y un presupuesto asignado y existirá como una herramienta de política pública a ser implementada, ejecutada y respetada por todos los gobiernos”.
“No saber qué pasó es lo peor”
El anuncio de Boric fue bien recibido por los familiares y amigos de los desaparecidos.
“Teníamos la ilusión de que estaban vivos, pero con los años nos dimos cuenta de que no”, dijo a Reuters Juana Andreani, víctima de abusos y encarcelada durante el gobierno de Pinochet.
“Pero al menos cuéntanos qué les pasó, qué les hicieron. “No saber es lo peor de los últimos 50 años”, añadió.
Carlos González, quien también fue encarcelado y torturado durante este tiempo, considera inaudito que se desconozca el destino de los desaparecidos.
“Obviamente el alto mando de las fuerzas armadas y los ‘viejos’ son responsables de lo que hicieron con los cuerpos”, dijo a Reuters.
“Es imposible para nosotros no saber qué pasó con alrededor de mil chilenos. Esto no es posible”, añadió.
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