Actualmente hay muy buenas noticias en el país para impulsar el crecimiento de la ciencia, la tecnología, el conocimiento y la innovación. Este es el proyecto de ley presentado esta semana en el Parlamento para cambiar la actual institucionalidad del Consejo de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (Consejo CTCI), creando un desarrollo viable y sostenible basado en el conocimiento y con la convocatoria del Consejo Nacional para el Futuro. y desarrollo.
Esta acción es fundamental para fortalecer el campo de acción del Consejo e integrar el futuro en nuestras decisiones actuales, en un contexto donde se hace cada vez más necesario abordar los desafíos y oportunidades del desarrollo sostenible para el país y sus regiones. Desde allí podemos orientar las políticas públicas para lograr estos objetivos.
Hoy en día, el desarrollo sostenible y basado en el conocimiento es crucial para abordar los desafíos actuales y futuros de la humanidad. Los avances científicos y tecnológicos nos permiten aportar soluciones innovadoras y eficientes a problemas ambientales, sociales y económicos. Por lo tanto, integrar el conocimiento en estrategias globales aumenta la eficiencia y productividad local, lo que también minimiza los impactos ambientales y promueve prácticas equitativas.
Otro factor importante que se debe tener en cuenta en este proceso es la colaboración activa y coordinada entre las diferentes áreas. El proyecto legislativo cuenta con el liderazgo del Ministerio de Ciencia y del Ministerio de Economía, así como de la Comisión de Retos Futuros del Senado y la Comisión de Hacienda. En la práctica, el Consejo del CTCI dependerá del Ministerio del Interior y será objeto de cooperación directa con el Presidente de la República. Estamos hablando de que la ciencia y la tecnología deben ser consideradas como un elemento sectorial y, por otro lado, parte de las tareas transversales que como país tenemos que trabajar de la manera más corta e integral.
La acumulación de cambios tecnológicos, sociales y productivos ocurridos en las últimas décadas ha demostrado que no podemos seguir como antes y que las regulaciones chilenas deben adaptarse a las necesidades y requerimientos con visión de futuro. Por lo tanto, el conocimiento, entendido como el talento generado por las personas y cómo éste se transforma en soluciones efectivas para la sociedad, requiere de una gestión activa para definir y fortalecer agendas de desarrollo científico-tecnológico y de desarrollo productivo que respondan a las dimensiones de los nuevos desafíos sociales y culturales.
Proyectos legislativos como el cambio de institucionalidad del CTCI nos muestran que todavía estamos a tiempo de encontrar una respuesta articulada a estos problemas y que estamos trabajando proactivamente para desarrollar políticas y mecanismos técnicos apropiados para avanzar más rápido y más eficazmente hacia el deseado desarrollo sostenible. lo que contribuye a preservar el medio ambiente y mejorar la calidad de vida de las generaciones actuales y futuras en todo nuestro país.
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