El presidente Jair Bolsonaro programó una reunión con embajadores extranjeros para la tarde del próximo lunes 18, para plantear dudas sobre la seguridad del proceso electoral de Brasil. Los principales nombres del cuerpo diplomático acreditado en Brasilia fueron invitados a partir de este jueves 15.
La iniciativa vino del Palácio do Planalto y no de Itamaraty. La invitación de Bolsonaro, firmada por el Maestro de Ceremonias de la Presidencia de la República, omite el tema del encuentro. “He sido instruido para invitar a Vuestra Excelencia a una reunión entre el Presidente de la República y los jefes de las misiones diplomáticas a realizarse el 18 de julio de 2022 a las 16 horas en el Palacio de la Alvorada”, se lee en la invitación. Asistirá el canciller Carlos França.
Sin embargo, los embajadores ya conocen las intenciones de Bolsonaro. La semana pasada el Presidente anunció que convocaría a embajadores para convencerlos de sus tesis sobre las máquinas de votación electrónica. El encuentro servirá también como contrapunto del Presidente a la decisión del secretario Edson Fachin, presidente de Justicia Electoral, de aumentar la presencia de misiones extranjeras como observadores de las elecciones generales contra el resentimiento del Planalto. Y conferencias del propio Fachin y del ministro Luís Roberto Barroso en el exterior, en las que alertaron sobre los riesgos de una ruptura democrática en Brasil.
Representantes de países europeos confirmaron su presencia, incluidos embajadores de Francia, Portugal y Suiza. Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos también deben enviar sus representantes a Alvorada. Los embajadores no pueden hablar durante o después de la reunión.
También fueron invitados países sudamericanos como Colombia y Ecuador, cuyos gobiernos de derecha están aliados con Bolsonaro. Diplomáticos de países vecinos gobernados por la izquierda, como Chile y Argentina, dijeron que aún no habían recibido una invitación.
En privado, los embajadores admiten que les parece extraño el plan del presidente para denunciar un presunto fraude en elecciones pasadas que nunca ha sido probado, y critican el uso de un sistema electoral utilizado para elegirlo, que cuenta con mecanismos de seguridad reconocidos internacionalmente.
Sin embargo, dicen que también fue inusual que fueran citados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) a una audiencia sobre las elecciones de mayo. Debido a que fueron a Fachin, los miembros de la Unión Europea dicen que ahora se sienten obligados a atender el llamado de Bolsonaro.
En esa oportunidad, 68 diplomáticos comparecieron ante el tribunal electoral y escucharon de Fachin que “los lanzamientos populistas” de los líderes latinoamericanos “evocan acusaciones fugaces de fraude que conducen a semanas de inestabilidad política postelectoral”. Bolsonaro acusó al ministro de usurpar funciones ejecutivas e interferir en las relaciones internacionales. El presidente acusó a Fachin de “violar la democracia”.
PowerPoint
Los diplomáticos esperan poder participar en una presentación en Power Point, como las ya presentadas por la Presidencia y el Departamento de Defensa, con supuestas amenazas al sistema de voto electrónico y vulnerabilidades. La ofensiva del Planalto en política exterior coincide con una mayor presión pública de las fuerzas armadas por cambios en el proceso de observación electoral, incluida la inclusión de una prueba de integridad en las mesas de votación en octubre, se puede definir un “procedimiento de votación paralelo”.
Según dos embajadores europeos, la reunión servirá para escuchar los argumentos del presidente, incluido informar a sus respectivas capitales sobre sus planes. “Hemos escuchado los argumentos de un lado y ahora escucharemos los argumentos del otro lado”, razonó un embajador, que habló bajo condición de anonimato.
La idea de que podría haber un intento de golpe de estado en Brasil surgió en telegramas e informes de misiones diplomáticas en el exterior durante el último año, como lo demuestra Estao. La insistencia del presidente en desacreditar las encuestas tiene a los diplomáticos en alerta máxima.
El presidente Bolsonaro ha insistido en poner en duda el proceso electoral si pierde la carrera ante el PT Luiz Inácio Lula da Silva, en lo que se interpretó como un intento de ignorar el resultado electoral. Lula aparece como virtualmente electo tras las encuestas de intención de voto.
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