Foto/Reproducción: Dominio Público
El 17 de junio de 1962, la selección brasileña de fútbol masculino ganó dos veces la Copa del Mundo en la copa que se disputó en Chile. Con Pelé lesionado, Garrincha se convirtió en la estrella de la selección, regateando a los defensores contrarios y llevando al equipo a la victoria. La noticia de la ausencia de Pelé sumió a Brasil en la incertidumbre, ya que el joven encarnaba la esperanza por el título, pero la selección se destacó con la presencia del ícono y ganó la competencia.
La camiseta 10 (Pelé) estaba en la cima de su forma en 1962. Bajo el liderazgo del rey del fútbol, Santos se convirtió en el primer club brasileño en ganar la Copa Libertadores y el Torneo Intercontinental en septiembre del mismo año. La estrella sufrió una lesión tres meses antes del trofeo que casi le cuesta la salida en la primera fase del torneo.
Amarildo, jugador del Botafogo, fue elegido para la misión de reemplazar a Pelé. Las sospechas del público se disiparon con la buena actuación del delantero en su debut, que marcó dos goles en la victoria por 2-1 sobre España, un triunfo crucial en el último partido de la fase de grupos.
“Brasil tiene que agradecer al cielo por ganar este partido porque no lo merecía”, dijo el periodista y escritor João Máximo, de 87 años. El partido decisivo para este trofeo lo marcó el “salto” a la cogida del área de Nilton Santos, impidiendo que el colegiado marcara penalti para la selección española. El colegiado también anuló un gol de bicicleta de los españoles ante una fuerte resistencia.
Durante la temporada chilena, la selección brasileña anotó 14 goles, nueve de ellos de cabeza. En semifinales ante los locales, Garrincha fue expulsado. Como en ese momento no había suspensión automática, el jugador fue juzgado por la Comisión Disciplinaria de la FIFA, organismo que podría sacarlo de la final. En ese momento, el entonces primer ministro Tancredo Neves intervino y escribió una carta a la organización pidiendo la absolución del jugador.
En el último partido contra Checoslovaquia, Brasil ganó 3-0 con goles de Amarildo, Vavá y Zito. Brasil terminó la temporada con cinco victorias en seis juegos, sufriendo solo cinco. Garrincha y Vavá fueron los máximos goleadores con cuatro goles cada uno.
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