El presidente chileno, Gabriel Boric, convocó una reunión extraordinaria de la Organización de los Estados Americanos (OEA) este lunes (9) para abordar los disturbios en Brasil, donde los partidarios del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro irrumpieron en la sede de los Tres Poderes.

Boric, hablando junto al presidente colombiano Gustavo Petro frente al palacio presidencial de La Moneda en Santiago, calificó el episodio violento del domingo de “inaceptable” y también condenó el “silencio cómplice”.

“Esta situación es preocupante para nuestros países, nuestra región necesita tomar una posición clara”, dijo Boric, y agregó que el objetivo de la reunión es que “los demás países de la región puedan posicionarse”.

Petro y Boric, ambos presidentes de izquierda que llegaron al poder el año pasado, han subrayado su apoyo al presidente Luiz Inacio Lula da Silva, quien asumió el cargo el 1 de enero tras derrotar a Bolsonaro.

Petro, un ex rebelde y primer presidente de izquierda de Colombia, comparó el ataque con el golpe chileno de 1973 contra Salvador Allende.

“Hoy hay quienes quisieran llevarnos de vuelta a los días de Allende”, dijo Petro, al señalar una resistencia histórica a los gobiernos de izquierda en la región.

“Acabamos de ver eso en Brasil, pero no es solo en Brasil”, dijo Petro. “Es hora de decir que lo que sucedió en este lugar hace 50 años no volverá a suceder”.

Los líderes también discutieron la cooperación en ingeniería aeroespacial, inmigración y energía renovable con un enfoque en hidrógeno verde.

La OEA, que cuenta con 35 estados miembros, promueve la paz y el desarrollo económico en América.

Boric y Petro también pidieron que la Corte Interamericana de Derechos Humanos emita una opinión sobre las obligaciones de derechos fundamentales de los Estados frente al cambio climático.