Las primeras luces revelaron el panorama de destrucción que dejó el incendio que se desató en los cerros de la ciudad, 120 kilómetros al oeste de Santiago, en la tarde del jueves (22).
“Perdimos todo, documentos, vehículos. Lo que más siento son los perros que se han quedado atrás. Están muertos”, dijo a la AFP el vecino Óscar González.
Este viernes (23), el gobierno de Chile aseguró que con las condiciones climáticas actuales y los recursos movilizados, aún es posible controlar el fuego hoy.
Las autoridades confirmaron la muerte de dos personas: una mujer de 85 años y un hombre de 62 años.
El viceministro del Interior, Manuel Monsalve, informó que las cifras oficiales del incendio -que se inició en la zona alta de esta ciudad y se extendió por la sierra- son 30 heridos y alrededor de 130 casas y 125 hectáreas destruidas.
“Tuvimos que salir con la ropa puesta. (…) Logramos llenar baldes y mojarnos un poco, pero fue un infierno”, dijo la residente Evelyn Arancibia.
“El fuego se inició allá arriba, en el sector de Rodelillo. Prácticamente todo el pueblo se quemó”, dijo Daniel Velázquez, de 66 años.
casas destruidas
La alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, informó que avanza “la consolidación del número” de viviendas destruidas.
“Trabajamos con entre 200 y 500 hogares (afectados). A las 5 de la mañana habíamos homologado 131, pero hay muchos más”, dijo.
Las autoridades dijeron que el incendio aún está activo en tres áreas boscosas y que están trabajando para controlarlo con 11 brigadas terrestres, 10 helicópteros y otros dos aviones cisterna que llegarán en breve.
“Hay muchas zonas a las que no se puede entrar porque el fuego no ha terminado y tenemos fuentes activas”, comentó la ministra de Interior y Seguridad, Carolina Tohá, quien había viajado a la Región de Valparaíso.
Tohá también anunció la visita del presidente Gabriel Boric a la región.
Para facilitar el combate de incendios, ayudar a los damnificados y proteger las viviendas que debieron ser desalojadas, el gobierno declaró estado de emergencia en la Región de Valparaíso.
“Necesitamos camiones que se lleven toda la basura que tenemos aquí para poder limpiar nuestras casas. Nos quedamos sin nada, todo quemado”, dijo la maestra Javiera Lagos, de 29 años.
La tragedia, que comenzó como un incendio forestal, comenzó en los cerros de Viña del Mar. Amenizadas por fuertes ráfagas de viento, las llamas avanzaron hasta llegar a sectores habitados, en su mayoría de escasos recursos, con casas endebles y calles angostas.
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