Chile ha comenzado a reducir la inflación y mejorar otros indicadores económicos sin abandonar un proyecto progresista “bastante diferente” al tradicional de la izquierda latinoamericana, dijo el ministro de Hacienda, Mario Marcel, en una entrevista con la AFP.

Ni nacionalizaciones ni controles de precios: Marcel se alejó de las recetas típicas de la izquierda regional para manejar la quinta economía latinoamericana. Hoy es visto como una figura clave en el primer año de gobierno del presidente Gabriel Boric.

En febrero, los precios cayeron un 0,1% y la inflación a 12 meses fue del 11,9%, mientras que el paro se mantuvo prácticamente estable en el 8%. El peso chileno se apreció luego de algunas turbulencias y la economía creció 0,4% en enero respecto al mismo mes de 2022, cifra que, junto con el IPC, sorprendió a los expertos.

Desde hace cuatro o cinco meses hay “cambios en la dinámica de la economía que se están manifestando”, resume sin más, Marcel.

El respetado economista de 63 años supervisa las finanzas de un país cuya gente ha salido a las calles en los últimos años por más justicia social.

Antes de hacerse cargo de la cartera, Marcel trabajó en la OCDE, el BID y el Banco Mundial. También se desempeñó como Gobernador del Banco Central de Chile de 2016 a 2022.

Marcel destaca la “visión común de la economía” que comparte con Boric, de 37 años, cuyo gobierno está impulsando una reforma fiscal destinada a aumentar el equivalente al 3,6% del PIB en los próximos cuatro o cinco años. Sin embargo, la iniciativa ha encontrado oposición en el Congreso.

– abandona la incertidumbre –

Chile es una de las economías más liberales de América Latina y logró reducir la pobreza del 40% durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) al 8,6% en 2017.

Antes de la crisis inflacionaria mundial, la inflación en Chile rondaba el 3% anual.

Sin embargo, más del 30% de la población es económicamente vulnerable y vive endeudada para pagar educación, salud e incluso necesidades básicas.

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Pregunta: Con mejores indicadores económicos y un clima social más estable, ¿Chile ha resistido lo peor?

Respuesta: “Sí. Fue un período de altísima incertidumbre, mucho más alta de lo que estábamos acostumbrados en décadas anteriores, que afectó no solo a la economía sino también a la vida cotidiana de las personas. En estas circunstancias, avanzar hacia un período de mayor estabilidad, la mayor previsibilidad de las cosas es ciertamente positiva”.

P: ¿Se están alejando los pronósticos de recesión en Chile?

R: “La inflación alcanzó su punto máximo en agosto. Desde entonces ha ido descendiendo y la actividad ya lleva al menos dos meses aumentando en términos de variaciones mensuales, desestacionalizadas, y en general durante todos los últimos meses el crecimiento ha sorprendido […] Creo que estos son elementos suficientes para decir que los escenarios más complejos que algunos analistas han previsto alguna vez, una recesión profunda, una crisis, ya podemos decir con bastante certeza que no se han materializado”.

– Sin prejuicios –

P: Hay un estigma de que los gobiernos de izquierda en América Latina manejan mal sus economías. ¿Cómo es Chile diferente?

R: “Bueno, hay ciertos prejuicios, pero por otro lado ciertamente hay ejemplos históricos que son importantes, o ejemplos de otros países.

En lo que podemos llamar izquierdistas o progresistas, la agenda de este gobierno es muy diferente a la agenda tradicional de la izquierda latinoamericana. En la agenda del gobierno no están temas como la nacionalización, la fijación de precios, el cierre de la economía, sino temas como el medio ambiente, la igualdad de género, la diversificación productiva.

Es un tipo de progresismo muy diferente y que en realidad está más en sintonía con las corrientes globales de hoy”.

– Amarga derrota –

Al ser consultado sobre las decisiones gubernamentales que reflejan su proyecto progresista, Marcel destacó reformas tributarias y de seguridad social con mayor involucramiento del Estado en los aportes previsionales.

La primera, la reforma tributaria destinada a aumentar los ingresos del gobierno por la recaudación de impuestos, fracasó este miércoles en el Congreso.

La Cámara de Diputados de Chile asestó un duro golpe al Ejecutivo al rechazar la iniciativa, que era un pilar del ambicioso plan de reformas sociales de Boric.

En rueda de prensa, Marcel calificó la decisión de los diputados de “malas noticias para el país”.

El proyecto incluía una reorganización del impuesto sobre la renta, exenciones fiscales, un nuevo gravamen minero y un impuesto sobre la renta más alto.

Tras esta negativa, el gobierno debe esperar un año antes de presentar una iniciativa similar.

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