La segunda vuelta de las elecciones regionales en Chile significó una amarga derrota para la coalición derechista Vamos chilena del presidente Sebastián Piñera. De las 13 posiciones controvertidas, solo ganaron una: Luciano Rivas en Araucania. Los demás se quedaron con partidos de izquierda o de centro izquierda.
La votación, que se llevó a cabo mientras el país atraviesa un período difícil de pandemia y enfrenta duras medidas de contención, con Santiago y otras ciudades importantes donde solo se ha publicado actividad esencial, tuvo una participación muy baja: solo el 19,7% del patrón de votación.
Dado que Chile ya no era obligatorio para votar en 2012, ninguna elección ha superado el 50% de la participación, con la excepción del referéndum sobre la nueva constitución en octubre del año pasado, cuando poco más de la mitad del electorado, el 51%, votó.
El referéndum, en el que el 78% de los votantes sustituyó la carta heredada del dictador Augusto Pinochet, fue una respuesta a las violentas protestas que comenzaron en Chile a fines de 2019. La elección de los miembros de la asamblea constituyente en mayo de este año, sin embargo, no reflejó el alboroto en las calles con baja asistencia (42,5%).
Aun así, la composición de la Constituyente fue un mensaje para el gobierno de Piñera y los partidos tradicionales. Los candidatos independientes recibieron la mayor cantidad de votos, ganando 65 de los 155 escaños. La alianza del gobierno, que se ejecuta en una sola lista, ganó solo 37 de los 155 escaños, y la izquierda dividida ganó 53 escaños.
En las elecciones regionales de este domingo, la principal disputa tuvo lugar en el área metropolitana de Santiago, donde vive un tercio de la población. Allí derrotó a Claudio Orrego de los demócratas cristianos, quien derrotó a la candidata del Frente Amplio, Karina Oliva. En Chile, la Democracia Cristiana es un partido de centro izquierda y progresista que tuvo un papel destacado en la Concertación, la alianza que gobernó el país durante los 20 años posteriores al régimen militar (1973-1990). La discusión fue intensa, pero Orrego ganó con un 52,3% frente al 47,4% del rival.
En su discurso de victoria, Orrego dijo que “se compromete formalmente a trabajar con todos los alcaldes, sea cual sea su color político”. “Me gustaría pedir que mejoremos nuestra convivencia política y cambiemos el idioma para asegurar nuestra democracia”.
El cargo de gobernador regional es una novedad en Chile que no ha existido hasta el día de hoy. La mayoría de las decisiones se tomaron desde Santiago. Ahora habrá más descentralización del poder.
Chile está entrando ahora en una carrera por las elecciones nacionales. Las primarias son el 18 de julio, mientras que las primarias de renovación presidencial y del Congreso son el 21 de noviembre.
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