Los estandartes se arrugan, se doblan entre las manos o se colocan sobre los hombros. Los activistas que se reunieron en la sede del candidato Gabriel Boric (izquierda) en Santiago después de la primera vuelta de las elecciones presidenciales el domingo 21 de noviembre, mantienen sus ojos en sus teléfonos celulares mientras el conteo de votos llega a la pipeta. Con casi el 98% de los votos escrutados, el candidato de extrema derecha José Antonio Kast (27,9%) se sitúa por delante de Gabriel Boric (25,7%), que ha anunciado la polarizada segunda vuelta para el domingo 19 de diciembre.
“Pensamos que estaríamos por delante. Me preocupa porque una cosa sería no ganar una elección y perderla ante un candidato atrasado, autoritario y simpatizante de Pinochet. [général à la tête de la dictature, de 1973 à 1990]sería muy diferente”, suspira Matías, un abogado de 41 años, en referencia a José Antonio Kast, quien, si recientemente rechazó el calificativo de ultraderechista, ya manifestó su afinidad por la dictadura. Carmen Morales, de 39 años, consultora, se sienta en el piso y da una calada nerviosa a un cigarrillo cuando ve el equilibrio de poder. “Solo ten en cuenta que es esquizofrénico. No entiendo como un país puede votar por una nueva constitución [à plus de 78 %, lors d’un référendum, en octobre 2020] y dar tantos votos a un candidato que claramente se opone a la asamblea que lo está formando. “
“Por supuesto que hay un entusiasmo simbólico por el candidato que prevalece, pero no se ha decidido nada para la segunda vuelta. Nuance María Cristina Escudero, policía de la Universidad Católica de Chile. Será una coordinación muy estrecha con dos proyectos completamente opuestos. Por un lado el orden y la seguridad pública sustentados por José Antonio Kast, por otro lado el de la transformación [sociale], usado por Gabriel Boric “, continúa el especialista.
“Conéctate con la Paz, el Orden y la Esperanza”
Tras el anuncio de los resultados, el candidato de extrema derecha, abogado de 55 años, católico y padre de nueve hijos, se dirigió a su base para agradecer ” Dios (…) y luego [s]una familia “. Celebró la posibilidad de “Conectar con la paz, el orden y la esperanza”, fiel al tono de voz sosegado teñido por la sonrisa que caracteriza sus discursos. En el centro de su discurso del domingo: la seguridad, especialmente frente a “Al narcotráfico” y en “Terrorismo”, en relación con el violento conflicto por las reivindicaciones territoriales del pueblo indígena mapuche en el sur del país. Esbozando un primer paso en la dirección de los votantes a ganar, esboza “Abre la puerta” a los que lo tienen hasta ahora “Visto desde la distancia”.
Has leído el 58,34% de este artículo. El resto es solo para suscriptores.
“Avid thinker. Food geek. Travel addict. Explorer. Beer fanatic. Entrepreneur.”