“He presentado mi renuncia como canciller”, dijo Allamand en un comunicado de prensa en Santiago, tras regresar de un viaje a España tras ser elegido secretario general de la Segib en noviembre, institución que representa a los 22 países de la comunidad iberoamericana. .
El viaje de Allamand provocó críticas en Chile por su ausencia en medio de protestas de vecinos de las ciudades de Iquique y Arica (norte) contra la gran presencia de inmigrantes indocumentados, en su mayoría venezolanos, que cruzan pasos clandestinos en Bolivia y Perú y desafian el escaso control fronterizo.
Algunos manifestantes atacaron campamentos de migrantes, culpándolos por el aumento de la delincuencia en esas áreas. La ONU calificó estas protestas de “actos de discriminación y xenofobia”.
“Considero sumamente grave la ausencia del Secretario de Estado para atender la crisis migratoria”, dijo el diputado opositor Jaime Naranjo.
“Hay que admitir que la situación ha generado una serie de críticas al gobierno al que pertenezco, encaminadas a desprestigiar la labor de la Cancillería. Las críticas han distorsionado mis actividades en el extranjero y afectado el escenario político”, respondió Allamand.
La secretaria de Estado de Relaciones Exteriores, Carolina Valdivia Torres, asumirá temporalmente el cargo de canciller chilena, según un comunicado del gobierno.
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