“Usamos todos los medios permitidos por la ley para asegurar nuestras fronteras. Por eso, hoy extendemos el estado de emergencia en cuatro provincias del norte por otros 15 días”, anunció el ministro del Interior de Chile, Rodrigo Delgado.

La medida, vigente desde el 17 de febrero, regirá para las provincias de Arica, Parinacota, Tamarugal y El Loa hasta el 17 de marzo, seis días después de la toma de posesión del presidente electo Gabriel Boric.

“Los chilenos merecemos vivir en paz”, agregó Delgado en un mensaje publicado en Twitter.

Como la operación militar ya ha sido declarada dos veces por el gobierno de Piñera, Boric necesita la aprobación parlamentaria para renovar la prórroga.

Todavía no está claro si el nuevo gobierno solicitará la prórroga. La futura ministra del Interior, doctora Izkia Siches, dijo la semana pasada que se reunirá con alcaldes y ayuntamientos en los próximos días para “ajustar y valorar si continúa el estado de alarma, posibles correcciones y mejoras”.

El norte de Chile se ha visto sumido en una crisis migratoria con la llegada de un gran número de personas a través de pasos fronterizos secretos, en su mayoría venezolanos, el colapso de pequeños pueblos fronterizos, protestas contra la migración y ataques xenófobos.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) advirtió en diciembre del año pasado que alrededor de 500 refugiados y migrantes venezolanos, entre ellos niños, cruzan cada día la frontera irregular entre Bolivia y Chile “luego de varios días sin alimentos, sufriendo deshidratación, hipotermia y mal de altura”.

Al menos tres personas han muerto tratando de cruzar la frontera en lo que va de año, y más de 20 desde que comenzó la afluencia masiva en febrero de 2021.

Hay 1,4 millones de migrantes en Chile, que es más del 7% de la población, y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos. EFE