“Nuestra dependencia del petróleo y el gas rusos sin duda ha ido demasiado lejos. Esta última decisión de Rusia solo acelerará la transición de Europa hacia una energía verde que sea autosuficiente y respetuosa con el clima”, dijo Borrell, quien realiza una visita oficial a Chile.
Polonia y Bulgaria son los primeros países a los que les corta el suministro de gas Rusia, que es el principal proveedor de ambos países y mantiene el suministro al resto de Europa.
Esta es la respuesta más dura de Moscú hasta el momento a las medidas impuestas por Occidente que congelan las reservas del banco central de Rusia y desvinculan a varios bancos rusos del sistema interbancario internacional Swift.
En rueda de prensa con el presidente chileno, Gabriel Boric, el Alto Representante de la UE dijo que “lo que Rusia está haciendo hoy es convertir una dependencia en un acto de agresión”.
“Tenemos los medios para enfrentarlo y enfrentaremos este nuevo acto de agresión juntos y solidarios. Los europeos pueden estar seguros de eso”, añadió.
Desde el 1 de abril, los pagos por el suministro de gas ruso deben hacerse en rublos por orden del gobierno de Vladimir Putin, a lo que se oponen la mayoría de los países europeos.
La idea de Putin es que Gazprombank reciba el pago en la moneda especificada en el contrato de suministro de gas (euros o dólares el 97 por ciento de las veces) y luego lo convierta en rublos y deposite el monto en moneda rusa en la cuenta del comprador.
Esto permite que el rublo sea respaldado, pero las divisas también pueden fluir a Gazprombank, que está controlado por el estado a través de Gazprom.
El gas ruso supone el 40% del consumo de la Unión Europea, y en 14 países europeos la dependencia de Rusia supera el 50%. EFE
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