La estatal Codelco, la mayor productora de cobre del mundo, anunció el cierre de una fundición en el “Chernóbil chileno”, una de varias áreas de contaminación en el país de las que el presidente Gabriel Boric dijo sentirse “avergonzado”.
Por decisión mayoritaria de su directorio, la empresa anunció la decisión el viernes (17), luego de decidir cerrar la fundición Ventanas en el polígono industrial Quintero y Puchuncaví, 140 km al oeste de Santiago.
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La decisión se produce tras un nuevo episodio de contaminación delr el 9 de junio, que afectó a 115 personas, la mayoría estudiantes, lo que obligó a cerrar las escuelas como ha sido el caso durante décadas debido a la contaminación en la región.
“Ya no queremos áreas con víctimas (ambientales). Hoy hay cientos de miles de personas viviendo en nuestro país que están expuestas a la severa destrucción ambiental que hemos causado o que hemos consentido y de la cual, como chileno, me avergüenzo”, dijo el Presidente.
Ubicado en la costa este del país, el “Chernobyl chileno” ha estado en el centro de las crisis de envenenamiento público por la contaminación del aire por la minería durante décadas.
La decisión de Codelco se tomó “en el contexto de los repetidos casos de intoxicación en la fundición”, dijo Boric.
En una nota, Codelco explicó que “la compleja situación socioecológica del polo industrial Puchuncaví-Quintero ha salido a la luz en las últimas semanas tras varios episodios de intoxicación”.
“Esta instalación está ubicada en un complejo industrial, minero, energético y portuario cuyas condiciones ambientales han generado incidentes que afectan a niños y niñas de escuelas y jardines infantiles, así como a adultos mayores en particular”, agregó la empresa estatal en el comunicado.
Tras anunciarse la decisión, Decenas de trabajadores de Fundição Ventanas salieron a las calles a protestar y levantaron barricadas contra incendios contra la medida.
“No somos responsables de la contaminación de Quintero Puchuncaví. Necesitamos inversión y no estamos de acuerdo con esta decisión, ya cerraron la planta y eso no cambia la contaminación”, dijo a la prensa un trabajador enojado en la protesta sin identificarse.
En el palacio presidencial de La Moneda en Santiago, Boric aseguró a los 350 empleados de la fundición que “ningún trabajador se quedará sin trabajo en la empresa”.
“Sus puestos de trabajo están asegurados en otras áreas de la empresa en las mismas condiciones que antes, sin que ocurra ningún daño”, enfatizó el Presidente.
Quintero y Puchuncaví, dos localidades costeras con una población de alrededor de 50.000 habitantes, son consideradas “zonas de siniestro ambiental” desde que el gobierno chileno decidió en 1958 prohibir la pesca artesanal y la agricultura, convirtiendo la zona en un polo industrial donde ahora existen cuatro centrales termoeléctricas. Las plantas, el carbón y las centrales eléctricas de carbón son refinerías de petróleo y cobre.
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