La presencia de mujeres en los directorios de empresas se viene midiendo desde hace muchos años. Una medida sin duda acertada para ver cómo avanzamos al paso del liderazgo. Sin embargo, es igualmente importante revisar la presencia de mujeres en las comisiones del consejo.
En Chile, la Ley de Sociedades Públicas exige comités de directorio para empresas cuyo capital social equivalga a al menos 1.500.000 unidades de desarrollo [60 millones de dólares] y con al menos el 12,5% de las acciones emitidas en manos de accionistas que individualmente controlen o posean menos del 10% de dichas acciones.
Muchos aspectos centrales del buen gobierno corporativo son objeto de estos comités, tales como: B. la revisión de informes de auditores externos e internos y clasificadores de riesgo, de estados financieros, la propuesta al registro de lineamientos para la gestión de conflictos de interés y otros. Por este motivo, aumentar la proporción de mujeres en ellos sería de gran importancia para las decisiones empresariales más importantes en nuestro país.
La buena noticia es que la participación de las mujeres en los comités de directorio chilenos está aumentando significativamente. Según un estudio reciente de PwCChilesu presencia se ha cuadruplicado en los últimos cinco años, pasando del 5,5% en 2018 con sólo cinco mujeres al 20% en 2023 con 18 consejeras.
Por tanto, el estudio muestra una tendencia alentadora hacia el aumento del número de mujeres en los directorios, independientemente de su participación en los comités. Hoy en día, esa cifra se ha más que duplicado en comparación con 2018, pasando del 8,9% al 21% en 2023. Como puede verse, la proporción de mujeres en los comités de directores (20%) suele ser similar a la del nivel de directorio.
El desafío es mantener esta tasa de crecimiento. Hay que tener en cuenta que existe una alta rotación entre directivos, lo que se debe en parte a la política de permanencia por periodos de tiempo relativamente cortos. Al determinar estos períodos, es importante considerar, entre otros factores, la experiencia que los directores han adquirido a través del conocimiento acumulado, particularmente en empresas complejas e industrias específicas.
No debemos olvidar que el objetivo final es mejorar continuamente el nivel de gobierno corporativo de nuestras empresas y en este sentido es importante mantener en el conjunto de los directorios ese adecuado equilibrio entre la perspectiva fresca de un nuevo director(a) y el conocimiento empresarial y la compañía que aporta una persona con experiencia.
“Incapaz de escribir con los guantes de boxeo puestos. Totalmente entusiasta del alcohol. Pensador sin disculpas. Adicto a los zombis certificado”.